Agence France-Presse, actualizado: 18-08-2011
Frío, lluvia e incluso nieve acompañaron durante todo el trayecto a los estudiantes, que volvieron a congregarse en la céntrica avenida Alameda para protagonizar la sexta gran jornada de protesta desde que en mayo estalló el conflicto.
"Con lluvia, con frío e incluso con nieve en algunas partes de Santiago, los estudiantes volvieron a salir a las calles", dijo uno de los líderes estudiantiles, Camilo Ballesteros, para una marcha que congregó a 40.000 personas, según medios locales.
Protegidos por paraguas, cubiertos con bolsas plásticas y abrigados de pies a cabeza, los estudiantes buscaban demostrar la fuerza de su movimiento que aboga por el fortalecimiento de la educación pública en Chile.
A diferencia de otras convocatorias, esta vez no se habían registrado incidentes y por el contrario, hubo bailes y manifestaciones artísticas a lo largo del recorrido.
La manifestación copaba también las redes sociales, donde fue llamada como "la marcha de los paraguas" y recibía miles de mensajes de aliento y apoyo.
La nueva protesta se realizó un día después de que el gobierno del presidente Sebastián Piñera entregó una tercera propuesta, que amplía beneficios ya propuestos pero que no plantea una reformulación del sistema educativo, como piden los estudiantes.
"Creemos que ha habido avances, pero éstos aún no responden a los cambios estructurales que requiere la educación chilena, por eso se necesita seguir presionando", agregó Ballesteros.
La propuesta del miércoles del gobierno ofrece un poco más a lo que ya había ofrecido antes.
"Estamos poniendo toda la carne a la parrilla", dijo el ministro de Educación, Felipe Bulnes, para graficar el esfuerzo del gobierno por ampliar los beneficios ya existentes.
Respecto a una anterior propuesta y en respuesta a la gratuidad que exigen los estudiantes para todos aquellos que no pueden pagar sus estudios, el gobierno propuso ampliar el porcentaje de beneficiarios de becas del 40 al 60% de los estudiantes en situación más vulnerable.
Además propone una reducción del interés de los créditos educativos, actualmente del 5,6% y que el gobierno dice que llevará a 2%.
El gobierno planteó además un cambio constitucional para que el Estado garantice la educación de calidad y la desmunicipalización de los colegios públicos, dos propuestas simbólicas para los estudiantes, que piden no obstante una refundación del sistema y no meros cambios a lo ya existente.
El presidente Sebastián Piñera, cuya popularidad cayó a un 26% debido a estas protestas estudiantiles, hizo un llamado a cesar la violencia, citando específicamente las piedras y las bombas molotov que se vieron en otras marchas de estudiantes pero no en la de este jueves.
Sin mencionar a los estudiantes, Piñera señaló que ese camino de violencia "llevó al quiebre de la democracia, a la pérdida de la sana convivencia, y tuvo muchas otras consecuencias".
"Tres meses de movilizaciones y hoy hay una marcha más. Evidencia bruta de que el gobierno no ha entendido aún lo que quieren los estudiantes", señaló la socióloga y presidenta de la Corporación Latinobarómetro, Marta Lagos.
"El gobierno está ofreciendo 'fast food' (comida rápida) y los estudiantes están pidiendo comida gourmet. Por eso no se encuentran todavía", agregó.
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