Saturday, September 11, 2021

Mi paso por la UTE de Copiapó 1970-1973

 

- Angélica Palleras. septiembre de 2021.

Llegué a la UTE cuando tenía 16 años, a primero de técnico en minas, en una época que era un desafío para una joven estudiar una especialidad para hombres, dos años atrás había tenido un accidente andando en bicicleta, cuando iba en segundo medio en el liceo de niñas, por eso me replanteé en mis estudios y volví a primero medio, pero en un técnico en minas. Llegar a la UTE era demasiado emocionante y a pesar de que estaba retrocediendo, me llenaba de energías pensar que trabajaría en la minería y sobre todo en ese Chile que nacía a un mejor futuro lleno de esperanza. Era marzo de 1970, el año de las elecciones y candidatura de la Unidad Popular.

En uno de esos días, mientras estaba sentada en el patio, se acercó un compañero socialista para decirme que había una propuesta de que yo fuera candidata a Reina Mechona, una propuesta de los compañeros para que fuera como candidata de la UP ya que faltaban meses para las elecciones de septiembre y había que hacer propaganda. No era fácil para mi aceptar porque iba en contra de mis principios de liberación de la mujer que consideraba los concursos de belleza como una ofensa a los valores y a la integridad de la mujer, era parte del ser mujer objeto, pero me explicaron que mis votos se venderían con la premisa de ser la candidata de la UP y que con eso pelearíamos por el Centro de Alumnos y la Federación.  En el alumnado había gran presencia del Partido Socialista y Partido Comunista y fueron ellos los que me hicieron la campaña, dentro y fuera de la U, recuerdo una vez que salí y tenían a un camión detenido en la carretera, cobrando peaje para la candidatura y el chofer les decía, ¿pero es bonita la candidata de la UP?, entonces uno de los chiquillos le respondió, ¡Ella es!, fue divertido y me dio vergüenza; el camionero compró bastantes votos. Así fue que llegué a la Universidad Técnica del Estado en ese año de la elección de Salvador Allende.

El tema en ese año  era la Unidad Popular, la integración de los estudiantes a la lucha de los trabajadores y la reforma universitaria, yo recién entraba a una lucha estudiantil que venía desde hacía años y era famosa en la comunidad local y nacional porque en 1961 los estudiantes de la UTE Escuela de Minas de Copiapó habían rechazado la elección del nuevo Director y se tomaron la Sede protestando en contra del sistema de designación de cargos que existía, protesta que fue apoyada a nivel nacional y fueron tomadas todas las Sedes  de la UTE, siendo ese el inicio del proceso de reforma de la Universidad Técnica del Estado. Yo sólo sabía que se luchaba por la democratización o mayor participación del alumnado y el profesorado en una universidad que era del pueblo y para el pueblo, creada por el gobierno de Gabriel Gonzáles Videla, el presidente que decía “Gobernar es Educar”. Ese año venía lleno fuerza y vitalidad, terminaba la década de la búsqueda de las utopías y entrábamos en un plano de lucha real, pero difícil de creer, aun así apostábamos a un gobierno socialista de la unidad popular, en medio de la guerra de Vietnam, la guerra de resistencia contra  Estados Unidos, como se le llamaba en Vietnam, las guerrillas de América Latina en contra de la invasión de Estados Unidos, la figura del Che Guevara que a dos años de su fusilamiento ordenado por la CIA se levantaba como un ejemplo de lucha, consecuencia y esperanza. Todo eso y mucho más nos daban la fuerza para comenzar ese año. Teníamos en la retina el crimen cometido por carabineros en las calles de Copiapó, en una protesta estudiantil, en contra de  un alumno de la enseñanza media y cuatro años atrás una masacre obrera en el Mineral El Salvador.  Así se iniciaba ese año estudiantil en la UTE. Con música de los Beatles que habían sacado su último álbum cruzando la calle en un paso de cebra y una canción que decía – sueños dorados llenan tus ojos, una vez hubo un camino para volver a casa – y luego decía – chico, tendrás que cargar con ese peso, cargar ese peso un largo tiempo – lo que parecía un aviso, o profecía que yo cantaba y bailaba. Así fue que llegó el día en que salían los carros alegóricos de mi candidatura a reina por las  calles y tenían que pasar ante un jurado apostado en la plaza principal de la ciudad, mi carro quedó descalificado a media cuadra del jurado por político, no obteniendo ni un punto, pero felices, porque era un camión donde iba un compañero vestido como un Cesar, rodeado de esclavas que le daban aire con hojas de palmeras y alrededor de ellos mineros, obreros y empleados de países latinoamericanos trabajando para el imperio, con un lienzo que decía - YANKEE GO HOME – arriba de la cabina iba yo sentada en una silla Luis XV amarrada a la parrilla, que sacamos de la rectoría, con un guardián a cada lado que me afirmaban, vestidos con un poncho de castilla, una boina como la del Che y unos palos que asemejaban a un fusil en sus manos, no obtuvimos puntos ese día, pero causamos sensación e  igual ganamos y fui la Reina Mechona de ese año de la UP. Luego ganamos la presidencia en el Centro de Alumnos del Grado Técnico y en la Federación Universitaria.

Así fue el comienzo de mi vida política y de esa forma participé en la campaña de Allende, desde el estudiantado y con todo lo que significaba entrar al Grado Oficios de la UTE, porque cuando pequeña, en[a1]  el liceo que estudiaba en Santiago, donde nací y  crecí junto a mi familia, el Director me había conseguido una beca para entrar a la Escuela de Artes y Oficios, él y su esposa decían que yo era una artista y guardaban una pintura mía de un hombre que iba entrando al Parlamento con su hija pequeña de la mano y la niña en la otra mano arrastraba la bandera chilena, eso porque un día me acerqué al Parlamento a ver a unos estudiantes que protestaban y un policía me dio un palo en la cabeza, fue tan fuerte que hasta sangré, por lo que quedé traumada con la idea que la patria no valía nada si los policías nos hacían sangrar a palos, el dibujo lo recuerdo porque ellos lo tenían enmarcado en su oficina; pero mi familia emigró al norte, a Copiapó y yo entraba finalmente a la UTE y a oficios, pero en minas. Eso para mí era paradojal y bonito, también era hermoso pensar que trabajaría en las minas, junto a los trabajadores y en medio de esas vidas de los personajes de Sub Terra de los cuentos de Baldomero Lillo, de los que hasta teníamos afiches y con los que pensaba construir un mundo mejor. Ese año fue de un ir y venir entre los estudios y las actividades por la UP, concentraciones, reuniones del centro de alumnos y de los plenos universitarios, en realidad éramos muy felices  y más lo fuimos cuando ganó Allende en septiembre. Ese día la plaza y las calles del centro de Copiapó se llenaron de gente que bajó de todas las poblaciones y de las minas para festejar, llegaban y llegaban camiones con mineros y todos festejaban con consignas, música y bailes, el pueblo de Copiapó lo celebró de la misma forma que lo celebró todo el pueblo de Chile.

Entonces comenzó otra etapa de la lucha, la de cuidar lo conquistado y tomar conciencia de lo que se había logrado, porque si ya conocíamos al imperialismo, bien sabíamos lo que sucedería con nosotros. En los Plenos de la UTE se veía el tema de la democratización y la reforma universitaria como una conquista propia que se tenía que lograr en el gobierno de los trabajadores, porque si bien en 1961 se había logrado un movimiento universitario a nivel nacional, con la participación de la Escuela de Minas de La Serena, la Escuela de Minas de Antofagasta, la Escuela de Artes y Oficios de Santiago, el Pedagógico  Técnico y todas las demás sedes de la UTE, ahora teníamos que lograr el objetivo, la plataforma de lucha se fundamentaba en que el Estatuto Orgánico de la UTE, promulgado en 1952, a cinco años de la creación de la Universidad, debía ser reformado y si ese proceso de reforma que había comenzado el 61 exigía solucionar los problemas administrativos, académicos, presupuestarios y de infraestructura, además se rechazaba el funcionamiento de un Consejo Superior compuesto por una gran cantidad de integrantes que se designaban entre ellos mismos. En el gran movimiento de protesta y toma de las sedes universitarias de 1961, la FEUT hizo una histórica Declaración Pública que decía:

“El hecho que motivara el conflicto es sólo un apéndice de problemas estructurales de la Universidad. Consecuencia directa de la forma en que se generan los cargos directivos y docentes.

La hora llegó de cortar la raíz misma de esos defectos. Los estudiantes pensamos que ha llegado el momento de realizar una profunda Reforma Universitaria.

Proclamamos, inicialmente, que rechazamos por injusto el falso concepto del principio de autoridad amparado en el texto frío de la ley. Sólo acatamos la autoridad fundamentada en la razón y en la justicia. La que ve en nuestras peticiones ansias de renovación y no actos de entorpecimiento. Lamentamos que esa autoridad sólo nos escuche cuando escogemos la senda franca de la rebeldía.”

Los estudiantes de la UTE de Copiapó tenían el respeto de todos porque con la huelga del 61 y el movimiento nacional que generó, fue aprobada la reorganización de la Escuela de Minas local y porque desde allí en adelante los estudiantes organizados en la Federación de Estudiantes FEUT, no dejaron de exigir a las autoridades universitarias del Consejo Superior que se cumpliera con los acuerdos de democratización y modernización de la UTE, para lo que se exigía una nueva Ley Orgánica, lucha permanente que culminó en 1967 con la toma de la Casa Central y el apoyo nacional del estudiantado y una histórica Carta Abierta de la FEUT comprometiendo a toda la comunidad universitaria en el proceso, lo que produjo la creación de la Comisión de Reforma con participación estudiantil, esto en el gobierno del Presidente Eduardo Frei.  Y en medio de esa lucha por la Reforma, en 1968, el Claustro Pleno de docentes, funcionarios y estudiantes eligió al Rector Enrique Kirberg, quien fue posteriormente reelegido en 1969. En Junio de 1970, la UTE, encabezada por el Rector Kirberg, efectuó su Primer Congreso Universitario con representantes de profesores, estudiantes y funcionarios, elegidos por sus pares en todas las sedes de la Universidad, los que se reunieron por una semana en Santiago, en el Teatro de la Escuela de Artes y Oficios, hoy Aula Magna de la USACH, con el objeto de aprobar el texto de su nuevo Estatuto Orgánico, cuyo Proyecto fue elaborado y presentado al Congreso Universitario por el Presidente de la FEUT. Ese era el escenario de la UTE en 1970, luchando desde hacía nueve años por la Reforma del Estatuto,  la campaña y posteriores primeros meses del Gobierno de Salvador Allende, la defensa de ese gobierno, al que apenas electo, en octubre de 1970,  la CIA  junto a la ultraderecha chilena le asesinaron al Comandante en Jefe del Ejército René Scheneider, para crear las condiciones de  un golpe de Estado  que impidiera que Allende asumiera el cargo en noviembre.

El año 1971 comenzó y se desarrolló en medio de gran efervescencia, en lo personal iba de mis actividades políticas a mis clases de forjado, de minas, de terreno y de dibujo técnico o inglés, con Miss Ines Letter, novia y luego esposa de Leonello Vincenti, profesor de ingeniería que la iba a buscar a la salida de nuestra sala de clases cuando nos tocaba con ella. En el 70 y 71  se hacían trabajos voluntarios en la UTE, los que venían desde mediados de los sesenta, como parte de la formación política, laboral y humana del estudiantado lo que se entendía como una actividad fundamental para establecer contacto con las comunidades, en un momento en que la universidad se esforzaba por vincularse con los problemas de la sociedad, al comienzo con campañas solidarias en ayuda a las poblaciones afectadas por desastres naturales y sectores de extrema pobreza, pero a fines de los sesenta e inicios de la Unidad Popular, estos trabajos voluntarios se extendieron a jornadas de vinculación de la universidad con el pueblo. En el verano del 71 llegué al Campamento de Pobladores sin Casa Arnoldo Ríos, llegué con otros compañeros al trabajo voluntario, nos recibieron unos pobladores encargados de eso  y llamaron a uno de los dirigentes políticos, era un compañero que yo ubicaba porque lo había visto junto a mi hermano en el negocio de nuestro padre en el Mercado Municipal, en un rincón de la cocinería, conversando y comiendo algo; él me recibió y me llevó en privado a conversar respecto a mis temores, porque mi hermano era el presidente de ese campamento y yo no quería que eso significara un privilegio ante mis demás compañeros de estudios, él me dio un puesto de trabajo en enfermería, donde trabajaría con Manuel Cortázar, estudiante y dirigente de la enseñanza media y a quién yo también conocía. Ese guía mío y compañero de mi hermano era Dagoberto Cortés, alumno de Ingeniería de la UTE, mirista, igual que Adolfo. Pasé todo el verano en el campamento, trabajando en lo que en ese momento se les llamaba las “brigadas de salud”, impulsadas en los policlínicos para apoyar al gobierno, nosotros lo hicimos dentro del campamento junto a Cortázar creando un centro de salud que lo conectamos con el hospital, integrándolo a la red de atención. Otros estudiantes hacían lo suyo, letrinas, paredes, espacios de trabajo, de estudio y de esparcimiento. La UTE estaba presente en todo el país en los trabajos voluntarios, mientras el gobierno comenzaba la nacionalización de la empresa textil y se realizaba la alianza CUT-UP. Allende estaba desde noviembre aplicando el Programa de las 40 Medidas, se reanudaron las relaciones diplomáticas con Cuba y con los demás países socialistas y Chile se había declarado como Nación no Alineada, lo que significaba la neutralidad en la guerra fría.

En marzo entramos a clases y en abril la UP ganó las elecciones municipales, lo que indicaba la mantención del apoyo del pueblo al gobierno y en mayo Allende leyó su primer mensaje presidencial, ratificando su Vía Chilena al Socialismo; yo ya era militante del Frente de Estudiantes Revolucionarios FER, con la conciencia de que había que trabajar duramente en la defensa de la propuesta presidencial, la que si bien no era revolucionaria en términos de la época de liberación del imperialismo que se vivía y experimentaba en el mundo y Latinoamérica, sabíamos desde antes de la elección que el mismo hecho de que Allende había sido elegido libremente, dejaba a los Estados Unidos con poca libertad para oponerse abiertamente a su gobierno y prepararía un golpe. Era un gobierno que estaba amenazado y condenado desde el mismo día de su elección, con maniobras para llevar al país al caos económico, social y político, como fue el caso de Andrés  Zaldívar, ministro de Hacienda y Economía del gobierno de Eduardo Frei, quien el 23 de septiembre ocupó una cadena nacional de televisión para anunciar la bancarrota económica del país producto del nuevo gobierno, significando que la clase media y alta se aglomeró en los bancos sacando sus dineros.  El año  71 fue para nosotros de gran desafío puesto que la situación estaba definida y solo había que avanzar, a pesar de lo que significaba enfrentar a los ultra derechistas paramilitares Patria y Libertad y Grupo de Choque Rolando Matus. La UTE seguía adelante con la lucha por la Reforma Universitaria y trabajábamos en los diferentes frentes de masas, creando la resistencia al derrocamiento de Allende  que se estaba desarrollando arduamente entre la CIA y los partidos de derecha del país. Fue así que por mi parte seguí trabajando con los pobladores del campamento de pobladores y en el frente estudiantil, coordinando con Manuel Cortázar las actividades de la enseñanza media. El 11 de julio fue un día muy importante para la UTE  y para todo el pueblo chileno, ese día Allende nacionalizó el cobre, lo estábamos recuperando como propio y por eso Allende lo denominó “Día de la Dignidad Nacional”. Eran momentos decisivos y cada día era más necesario crear poder popular en cada rincón para enfrentar todo lo que significaba, por ejemplo, que el Estado fuera dueño absoluto del cobre; habíamos nacido y crecido con los nombres Andes Copper Campany, la Braden Copper o la Kennecott y ahora sucedía que los gringos tendrían que irse. En octubre Allende presentó el proyecto de ley sobre las tres Áreas de la Economía y participación de los trabajadores, eran el área de propiedad privada, mixta y social. En noviembre llegó Fidel Castro a Chile y en tres semanas recorrió el país, no visitó Copiapó pero si Antofagasta en el norte, Tocopilla, las Salitreras Pedro de Valdivia, María Elena y la Mina de Chuquicamata; fue un gran suceso político y la unión de dos procesos políticos en los que todo el mundo tenía puestos los ojos. Así fue que en diciembre la oposición realizó la primera marcha en contra del gobierno, la Marcha de las Cacerolas Vacías, partiendo desde allí una creciente campaña en contra de la UP, con el apoyo material y económico de la CIA y las transnacionales estadounidenses a las organizaciones terroristas de derecha y a sus medios de comunicación, a la democracia cristiana y a militares golpistas. En medio de ese escenario era difícil estudiar, pero hacíamos lo que podíamos, porque el deber de todo revolucionario era ser el primero o primera en los estudios. A principios de ese año yo fui alumna del profesor de la UTE, Carlos Quiroga, en la Escuela de Cuadros Políticos, la que se impartía en su casa  junto a su compañera Marta, luego él fue destinado por el gobierno como  Administrador de la Salitrera Pedro de Valdivia, él era socialista-mirista, tenía doble militancia. El tiempo corría de prisa para todos y devorábamos conocimientos para enfrentarnos a un enemigo que teníamos encima y era poderoso, de mis horas de educación política se encargó mi hermano Adolfo y Dagoberto, me hacían leer, analizar y aplicar, todos y todas estábamos en esa lucha permanente y diaria, hacíamos reuniones dentro y fuera de la UTE, fue cuando conocí a Edwin Mancilla, él era un destacado dirigente estudiantil, presidente del Centro de Alumnos de la Escuela Normal, eran momentos en que los estudiantes íbamos desde las reuniones a las movilizaciones, rayados nocturnos de muros y pegatinas de afiches, ese año mi hermano se casó con Ada, con quién pololeaba hacía tres años, fue una fiesta de matrimonio entre compañeros y compañeras en el campamento, algo importante para mí y para los compañeros del MIR, quienes tenían en Adolfo a un líder de masas de gran carisma y claridad política, él era muy querido.

En diciembre de 1971 ocurrió algo muy relevante para nuestra lucha de estudiantes, se aprobó el Estatuto  Reformado de la UTE, era el comienzo del segundo año de gobierno de Salvador Allende y la aprobación del Estatuto era el triunfo de la Democratización y la Reforma Universitaria, significaba algo grandioso, era una lucha que había comenzado un 25 de mayo de 1961 en la Escuela de Minas de Copiapó y que en ese momento daba frutos después de tantos años de lucha para la UTE. Ante ese triunfo y alegría de los uteínos fue que en la inauguración del año académico de 1972, el Rector Kirberg dijo: "La Universidad debe ser, y creo que la nuestra en gran medida lo logra, un ente inserto en la sociedad que responda eficazmente a los requerimientos del desarrollo económico - social, que irradie con su aporte a todos los campos de la vida nacional, y que no se limite a impartir docencia entre cuatro paredes; que salga a la mina, a la fábrica, a los distintos centros productivos, o sea, al encuentro con el pueblo de Chile". Todo esto mientras en febrero, la UP se había reunido en El Arrayán para analizar los resultados económicos, el bloqueo de EEUU, el bloqueo interno y la baja del cobre en el mercado internacional, ese mes Chile denunció ante el mundo el embargo de sus bienes en EEUU por parte de la compañía Braden Copper y se había decidido no pagar las indemnizaciones a la compañía norteamericana. En los meses siguientes se avanzó en la estatización de la banca y se avanzó en la reforma agraria, lo que produjo una crisis política provocada por la oposición, quienes movilizaron todas sus fuerzas para lograr la desestabilización del gobierno, fue cuando surgió de parte nuestra la consigna “Avanzar sin Tranzar”, todo lo anterior mientras se desarrollaba en la UTE la campaña para el tercer periodo de Enrique Kirberg.

Dagoberto estaba en segundo de Ingeniería y llamaba en los patios de la UTE de Copiapó a apoyar a Kirberg en esos momentos decisivos, levantando la figura de Kirberg como un graduado de la Escuela de Artes y Oficios y de la Escuela de Ingenieros Industriales, por haber sido el primer presidente de la Federación de Estudiantes Mineros e Industriales de Chile FEMICH y como tal haber luchado en la campaña que culminó con la fundación de la Universidad Técnica del Estado, nuestra UTE. Ese Kirberg que a los 17 años  había sido miembro del soviet nacido en la breve República Socialista de Chile de 1932, junto a Marmaduke Grove, copiapino y militar revolucionario que posteriormente fue fundador del Partido Socialista en 1933 y por su parte, en esos mismos años,  Kirberg se integra a las Juventudes Comunistas. Dagoberto era militante del Movimiento de Universitarios de Izquierda y militante del MIR, por lo que impulsaba las candidaturas del MUI, entre los que iba Leopoldo Larravide, estudiante de Ingeniería a Presidente de la Federación de Copiapó.  En julio del 72, Enrique Kirberg, candidato de la Unidad Popular triunfó en las elecciones y quedó por un tercer periodo como Rector de la UTE, con el voto de los profesores, estudiantes y funcionarios, lo que significó un éxito para la implementación en desarrollo de la Reforma Universitaria. En Copiapó nuestro compañero Leopoldo Larravide fue elegido Presidente de la Federación de Estudiantes de la Escuela de Minas, significando un gran logro y compromiso.

De allí en adelante se desató una ofensiva patronal que comenzó con una coalición de partidos de derecha y ultraderecha que incluyó a la Democracia Cristiana, con huelgas de comerciantes minoristas, empresarios del transporte y atentados de Patria y Libertad; en septiembre se inició la huelga de los camioneros y las compañías norteamericanas del cobre amenazan con embargar los cargamentos de cobre en el extranjero. La UP denuncia un plan que pretende precipitar al país a una guerra civil, llama a formar comités antifascistas y a la organización popular para enfrentar los efectos de la crisis producida por el boicot interno y externo. En octubre la huelga de los camioneros se transforma en un verdadero bloqueo patronal, la movilización anti UP se articula y la oposición parlamentaria, la intervención norteamericana, los grupos de extrema derecha así como los sectores medios representados por la Democracia Cristiana, se unen en torno a  posiciones de acción y paralizan el país durante casi un mes. El gobierno decreta el estado de emergencia, contando con el apoyo de los cordones industriales, organización obrera de poder popular a través de los cuales los trabajadores se coordinaron para enfrentar a la derecha, por su parte las JAP, Juntas de Abastecimiento y Control de Precios y diversas otras formas de participación popular hacían su parte en defensa del gobierno. Un cargamento de cobre es embargado en Francia y los estibadores franceses se niegan a desembarcar los barcos embargados como un acto de apoyo al pueblo chileno y los tribunales franceses levantan el embargo. Esa crisis fue superada en noviembre cuando Allende nombra Ministro del Interior y Vicepresidente al Comandante en Jefe del Ejército General Carlos Prats González.

En forma paralela el movimiento de reforma universitaria se preocupó desde un comienzo de los profesores de la Universidad y de su excelencia académica, muchos de ellos fueron enviados a distintas universidades en el extranjero para obtener el grado de master o doctor, la Reforma relacionó profundamente la investigación con los problemas de la producción nacional, por esta razón, una gran parte del presupuesto de investigación se asignó a áreas como la minería del cobre, petróleo, industrias derivadas del mar, metalurgia, industria alimenticia, electrónica, mineralogía y los procesos industriales, la química, la generación y transferencia de energía, el conocimiento de las máquinas mecánicas y eléctricas. La UTE desarrolló una intensa actividad en el campo de la difusión del conocimiento, el arte y la comunicación para las grandes masas, llegando a todos los sectores con las escuelas de temporada, audiciones radiales, ediciones de libros, revistas, periódicos y carteles, cine, teatro, música, ballet y folclor. La UTE se distinguía por una cadena de emisoras de radio a través del país, en Copiapó teníamos la nuestra.

En la ceremonia de la promulgación del Estatuto Orgánico el Presidente Allende estuvo presente y dirigiéndose a la FEUT y a los estudiantes de la UTE, dijo: “Esta juventud, como siempre, evidencia su espíritu de lucha, pero de lucha por las grandes causas, la lucha por las nobles ideas, el combate por su Universidad y su democratización, por luchar dentro de su propia casa afianzando lo que han conquistado, que les permite participar, y muy responsablemente, en su dirección y luchar también más allá de las amplias fronteras y de los muros de la vieja casa universitaria, junto a los trabajadores, en la gran Universidad del pueblo, en la lucha por Chile y su destino.” Fue así que los estudiantes de la UTE trabajaron durante sus vacaciones de verano en Chuquicamata, María Elena, Pedro de Valdivia, El Salvador, Potrerillos, Andina, Coquimbo, El Teniente, Concepción, Lota, Schwager y Cautín. De la misma forma, cuando se desencadenaron los paros de los empresarios contra el gobierno, los alumnos salieron de las aulas y se dirigieron a mantener las actividades productivas, si los dueños de autobuses paralizaban el transporte, los estudiantes solicitaban los autobuses de la universidad y sus camiones para salir a transportar pasajeros y cuando los supervisores de las minas del cobre se declararon en huelga con evidentes objetivos políticos contrarios al gobierno, los estudiantes de los últimos cursos de ingeniería de la UTE se trasladaron a las minas y junto a los mineros y los directivos mantuvieron la producción de cobre.

Para el alumnado de la UTE la defensa del proyecto universitario, la defensa del gobierno y la resistencia al imperialismo fue una lucha permanente que dimos cada uno y cada una en el frente y en el espacio que nos tocaba vivir o desarrollar, para nosotros en Copiapó el 72 fue un año muy intenso y de lucha permanente, en lo personal, a mediados de ese año arrendamos una casa en común con mi compañero y Leopoldo Larravide y su compañera, lugar que era un centro de trabajo comunitario, donde compartimos los días y a veces las noches con Edwin Mancilla y los fines de semana con Atilio Ugarte, también militante mirista y del MUI. Éramos un grupo de amigos y compañeros que íbamos del Campamento de Pobladores a la UTE, a los Sindicatos, a las poblaciones, a los liceos secundarios, a las faenas mineras, a las marchas y manifestaciones. Adolfo, mi hermano, había llegado a lo máximo de su ideal de vida, ser dirigente de los sin techo, con quienes compartió su vida desde niño, sin aceptar jamás las carencias de quienes no tienen donde vivir ni que comer, por lo que en esos tiempos tan difíciles para la unidad popular,  él bajaba desde el campamento de  pobladores al centro de la ciudad, a las concentraciones que se hacían, con una cantidad enorme de pobladores  que en columnas de cuadras coreaban las consignas “Crear Poder Popular” y  “Avanzar sin Tranzar, la Consigna Popular”, él era muy querido en las poblaciones donde lo conocían como comerciante abastecedor de mercaderías, hijo de don Jaime y luego cómo un revolucionario que seguía los pasos del Che Guevara, en un país y continente que buscaba la liberación de la pobreza y del imperialismo, él era vocero del MIR y dirigente provincial del Frente de Pobladores Revolucionarios. Edwin Mancilla, como dirigente de la Escuela Normal y Secretario Provincial del MIR, estaba presente en todas partes, él era un gran líder, venía desde hacía años atrás siendo el Secretario General del Frente Revolucionario que posteriormente pasó a ser el MIR, dormía donde la noche lo pillaba y comía lo que podía, a veces caminando o en medio de una reunión, compartí con él días y noches de trabajo, era el indispensable, los dos, Adolfo y Mansilla tenían un programa en la Radio Atacama, espacio concedido por Alfonso Gamboa, director de la radioemisora y militante del Partido Socialista. Manuel Cortázar era un dirigente estudiantil de la Enseñanza Media, muy querido y seguido por las bases, alegre, decidido y carismático, era un dirigente que sabía muy bien aplicar el que hacer en la simple lucha diaria de la juventud, era genial, hermoso, extraordinario amigo y compañero. Larravide era muy activo, inteligente, rápido y arriesgado, se atrevía a lo imposible por lograr los objetivos, un gran dirigente universitario, aplicado, claro y combativo, energético y vital, con sus ojos claros y su leve cabellera rubia, nuestro loco o pelado Larravide, que pasaba más en la UTE que en la casa. Atilio Ugarte también era de Ingeniería en Minas  y encargado de infraestructura, muy serio y reservado, me encantaba atenderlo cuando nos visitaba todos los fines de semana, porque mi compañero lo respetaba mucho y trabajaban juntos, él era el amigo y compañero con quién se puede tener seguridad sin siquiera preguntar, cauteloso, respetuoso, querido y comprometido profundamente. Dagoberto pasó a ser parte del movimiento nacional y se nos alejó, viajaba y dejábamos de verlo, el tiempo y el quehacer hicieron de él un cuadro político  profesional que traspasó las fronteras regionales, e incluso viajó a Cuba, quién había unido el Frente Revolucionario con el MIR en Atacama y había trabajado tanto por la UTE, ya casi no asistía a clases, porque la conspiración y el golpismo no nos daba tregua y la amenaza era diaria. Partimos en enero de 1973 con un nuevo embargo de cobre en Amburgo, más adelante, en  las elecciones legislativas de marzo la UP volvió a tener una mayoría  de votos, fue un triunfo y significó el impedimento de  un derrocamiento constitucional que pretendía dar la derecha, pero, se iniciaron nuevos conflictos gremiales, el más grave fue el de los mineros El Teniente que duró más de dos meses, la DC participaba activamente en la conspiración en contra del gobierno, junto a la ultraderecha y la CIA. En julio es asesinado por comandos de ultraderecha el edecán naval de Allende, comandante Arturo Araya, con eso se agravó la crisis económica y aumentaron los atentados terroristas de Patria y Libertad. Eduardo Frei, presidente del Senado, declaró que el gobierno era inconstitucional, abriendo paso a una salida golpista, montaron provocaciones en contra del general Prats, quién se vio obligado a renunciar a su puesto de comandante en jefe del ejército, siendo reemplazado por Augusto Pinochet, ese día mi hermano se tomó la cabeza a dos manos y dijo, “estamos perdidos, es un error”. De todas formas, el 4 de septiembre se celebró en todo Chile el tercer gobierno popular y un millón de personas desfilaron frente al Presidente Allende y el 10 de septiembre  Allende anuncia a sus ministros y a los militares su decisión de convocar a un plebiscito para resolver la crisis. Allende decidió dar ese discurso el 11 de septiembre, desde la Casa Central de la UTE, universidad que ya tenía listo su propio canal de televisión, UTE TV 11, canal que ya tenía la autorización de funcionamiento, junto a su Departamento de Cine, que ya había producido varios cortometrajes, entre ellos, “El Sueldo de Chile”.

Pero el 11 de septiembre la derecha, la ultraderecha, la democracia cristiana y el imperialismo, dieron el Golpe de Estado para evitar ese anuncio y plebiscito que daría más posibilidades democráticas al gobierno de la Unidad Popular. Y ese día 11 de septiembre en la mañana, Leopoldo Larravide corrió por las calles para llegar a la UTE, mi suegra que nos fue a ver por la urgencia, nos dijo – le pedí que no fuera, que lo matarían, que esto ya ha pasado antes en Chile y nos matan – y nos dijo que él respondió- soy el presidente de la federación y tengo que estar al frente de mi gente, ¡tengo que defenderlos y que no se lleven a nadie! – nosotros quemamos papeles y mi compañero subió a las minas, a los sindicatos. Adolfo, Edwin Mancilla y Cortázar entraron en la clandestinidad. A Larravide se lo llevaron preso desde la UTE,  días después fueron detenidos Edwin, Atilio  y Cortázar, quien entro en un acuerdo con su madre y se entregó para tranquilidad de ella, finalmente  cayó Adolfo, mi hermano. Mi compañero bajó de las minas y salimos de Copiapó en forma clandestina, rumbo al norte. 

La Caravana de la Muerte llegó a Copiapó después de un mes del Golpe de Estado y asesinaron a Leopoldo Larravide, a Atilio, al profesor Leonello Vincenti, esposo de mi profesora de inglés y al profesor Pedro Pérez, los cuatro de la UTE. Asesinaron a Cortázar, a mi hermano, a Edwin Mancilla y a Alfonso Gamboa, el Director de la Radio, a todos de la forma más horrible que nos pudimos imaginar, con corvos y cuchillos hasta morir desangrados, a manos de ese grupo de Oficiales del ejército chileno, todos preparados por la CIA en la Escuela de las Américas. Y en Antofagasta, el 20 de septiembre fue asesinado el profesor de la UTE Carlos Quiroga, mi instructor político. En Tocopilla carabineros asesinó a Lucho Segovia, compañero socialista-mirista que egresó el año 1970 de la UTE y con quien siempre nos veíamos en la calle, allí nos reuníamos a veces y dejamos de vernos cuando se fue al norte a trabajar para el gobierno.

El Golpe Militar fue brutal contra la UTE, fueron encarcelados, torturados y asesinados muchos profesores y estudiantes, entre ellos, Víctor Jara. El Rector Kirberg se mantuvo junto a cientos de miembros de la comunidad universitaria al interior del campus, fue el único rector chileno en sufrir dos años de prisión y doce de exilio, durante los que mantuvo estrechos vínculos y apoyó  a la resistencia en contra de la dictadura. Regresó en 1987 y en medio de ovaciones de la comunidad universitaria, fue condecorado como Doctor Honoris Causa de la USACH, nombre que la dictadura le puso a la UTE desde 1981, en Santiago, en Copiapó la llamó Universidad de Atacama, UTA.

Dagoberto no cayó preso porque se encontraba realizando tareas políticas fuera de la ciudad para el 11, por lo que se integró definitivamente a la resistencia. En febrero de 1974 yo y mi compañero nos juntamos con él en Antofagasta, fue la última vez que lo vimos, al año siguiente fue detenido y llevado a la Villa Grimaldi, en 1976 al quedar en libertad, se exilió en Bélgica y regreso a Chile a integrarse nuevamente a la resistencia. En noviembre de 1982 fue asesinado en un falso enfrentamiento en una calle de Santiago.

La UTE fue un logro del pueblo chileno, fue un proyecto de país, un sueño hecho realidad para varias generaciones de estudiantes y sus luchas. La UTE nos demostró que es posible lograr el desarrollo de un país y de un pueblo a través de la educación, la industrialización y la tecnología, con una inversión que el Estado debe hacer en su gente y en sus jóvenes para lograr el verdadero desarrollo humano, basado en la conservación de las riquezas naturales, la educación y la salud. A la UTE se le hizo desaparecer al igual que a su estructura educativa y gestores del proyecto, profesionales y jóvenes estudiantes, pero, la semilla quedó y el sueño persiste, tanto en la Universidad de Atacama  como en la Universidad de Antofagasta, en la Universidad de La Serena, en la Universidad de Talca, en la Universidad de Los Lagos, Universidad de Magallanes y en la Universidad de Santiago la USACH, todas ellas son la UTE, en la lucha diaria de su estudiantado por un mundo mejor y posible.

Los ejecutad0os políticos de la UTE de Copiapó son:

  1. Leopoldo Larravide López. Estudiante de Ingeniería en Minas. Presidente de la Federación de Estudiantes de la UTE, miembro del Movimiento de Universitarios de Izquierda MUI y militante del MIR. Ejecutado 17 de octubre 1973 Caravana de la Muerte.
  2. Atilio Ugarte Gutiérrez. Estudiante de Ingeniería en Minas. Movimiento Universitario de Izquierda MUI. Militante MIR. Ejecutado 17 octubre, Caravana de la Muerte.
  3. Dagoberto Cortés Guajardo. Estudiante de Ingeniería en Minas. Movimiento Universitario de Izquierda MUI. Militante MIR. Ejecutado 28 noviembre 1982. Falso enfrentamiento en Santiago.
  4. Luis Segovia Villalobos. Ingeniero en Minas, egresado 1970. Militante Socialista/MIR. Supervisor Planta Eléctrica Tocopilla, CODELCO. Fue detenido y desaparecido el 12 de septiembre 1973. Sus restos fueron hallados en el fondo de la Mina La Veleidosa en 1990.
  5. Pedro Acevedo Gallardo. Estudiante de Ingeniería. Militante Partido Comunista. Fue detenido en su casa en Tierra Amarilla el  28 de abril de 1975 y llevado al Regimiento de Copiapó desde donde desaparece luego de haber sido torturado según testigos.
  6. Guillermo Vargas Gallardo. Estudiante de Ejecución UDA. Sin militancia política. Asesinado por carabineros y/o militares el 5 de septiembre de 1984, dentro de la universidad, en una de las jornadas de protesta en contra de la dictadura.
  7. Leonello Vincenti Cartagena. Profesor de Física en la UTE. Secretario Regional Partido Socialista y militante MIR. Fue detenido y llevado al Regimiento, torturado y asesinado por la Caravana de la Muerte el 17 de octubre de 1973.
  8. Pedro Pérez Flores. Profesor de la UTE. Militante y dirigente del Partido Socialista. Interventor de la Planta Minera Elisa de Bordo. Fue detenido y llevado al Regimiento, torturado y asesinado por la Caravana de la Muerte el 17 de octubre de 1973.
  9. Carlos Quiroga Rojas. Profesor de Minas en la UTE. Militante del Partido Socialista y MIR. Interventor de la Salitrera Pedro de Valdivia. Detenido el 12 de septiembre por carabineros de la salitrera y llevado a Antofagasta.  En un Consejo de Guerra fue acusado de subversión y participación en el Plan Z.  El 20 de septiembre de 1973 fue ejecutado por una sentencia de un Consejo de Guerra.
  10. Hugo Alfaro Castro. Copiapino Ingeniero en Minas egresado de la UTE. Militante del Partido Socialista. En 1954, trabajando como ingeniero en la Minera Sewel sufrió un accidente y  perdió la visión,  estudió pedagogía y se desempeñó como profesor en la Escuela Especial  216 para ciegos y en el Hogar de Ciegos Santa Lucía de San Miguel.  El 05 de Octubre de 1973 fue detenido y llevado al recinto de la ex Casa de Cultura de Las Barrancas, actualmente Ilustre Municipalidad de Pudahuel, donde fue sometido a trabajos forzados y posteriormente liberado. El 27 de Enero de 1975 fue detenido en Tocopilla, Segunda Región,  torturado y asesinado el 31 de Enero de 1975.

 

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