Monday, October 17, 2011

En el frontis del Cementerio Municipal de Copiapó se conmemoró el paso de la caravana de la muerte

En esta oportunidad fue el Partido Socialistas el que organizó el encuentro al que acudieron gremios y distintas agrupaciones para marchar y llegar hasta el memorial y tumba de los caídos en Copiapó.

Inger Ambler
17 de octubre 2011
Diario Atacama
soychile.cl

 




 
En la Plaza de Armas de Copiapó se reunieron los familiares,amigos y miembros del Partido Socialista para conmemorar a los 16 caídos en el regimiento de Copiapó debido al paso de la Caravana de la Muerte por esta ciudad.



La marcha, que llegó hasta el cementerio congregó a unas 30 personas, Sergio Chávez, uno de los organizadores de la romería comentó, “un año más que conmemoramos esta fecha fatídica en que se exterminaron a compañeros acá en Copiapó en el regimiento, nos convocamos aquí cada año en esta fecha para poder asistir a una romería en el cementerio para recordar a nuestros compañeros caídos”.


El acto se centró en el frontis del cementerio donde tocó un grupo musical y bailaron las nietas de un ejecutado político en Tocopilla de origen Copiapino Agustín Villarroel Carmona. Más tarde llegaron hasta el memorial donde se encuentran las tumbas de los 16 ejecutados al interior del Regimiento de Copiapó el 17 de octubre de 1973.



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Saturday, October 15, 2011

Conmemoración del Crimen Cometido por la Cararvana de la Muerte en Copiapó - Parte 1



Caravana de la Muerte Capítulo Copiapó en la Búsqueda de la Verdad y la Justicia




Han pasado treinta y ocho años desde que se cometió este crimen lleno de violencia prepotente, de cobardía oculta en el poder del mando, y propio de los más bajos e indignos niveles de la casta militar.

Todo ocurrió un día en la tarde, y las primeras horas del día siguiente, así lo relata Patricia Verdugo, en su libro de investigación periodística “La Caravana de la Muerte-Pruebas a la Vista”.



Libro “Caravana de la Muerte Pruebas a la Vista Capítulo Copiapó

Patricia Verdugo

“… A Copiapó llegó el helicóptero Puma el mismo día 16 de octubre de 1973, alrededor de las 20.00 horas. Estuvo allí hasta la mañana del 18 de octubre. El trágico resultado de su estadía en la ciudad fueron dieciséis víctimas. Durante muchos años, el general Sergio Arellano sostuvo que su misión en Copiapó consistió en verificar el fusilamiento de tres prisioneros que habían sido condenados a muerte por un consejo de guerra (García, Tapia y Castillo). Aún no había llegado a la ciudad, dijo al juez Guzmán, "cuando fueron fusilados los trece prisioneros de Copiapó, yo no me encontraba en la ciudad".

"Sea cual sea la fecha, estoy convencido de que en este caso no hubo participación de los miembros de mi grupo militar", reiteró el general Arellano. ¿Cuándo se enteró de lo ocurrido? Dijo el general que lo había sabido por un informe del comandante del regimiento, coronel Óscar Haag, "como un hecho ocurrido con anterioridad a mi llegada".

¿Qué declararon los miembros de la comitiva en los primeros interrogatorios? El brigadier Pedro Espinoza dijo que nada supo de lo ocurrido en Copiapó. El coronel Sergio Arredondo declaró que tampoco se enteró de nada en su momento y que, más tarde, "tuve conocimiento de que había habido fusilamientos, posiblemente durante o después de nuestra pasada por Copiapó". El coronel Marcelo Moren Brito dijo que, al momento de partir de Copiapó hacia Antofagasta, "antes de zarpar, el coronel Arredondo nos informó acerca de unos fusilamientos que se habían efectuado en la ciudad". Y más tarde, rectificó su declaración: "En Copiapó y La Serena, presencié parte" de las ejecuciones.

El oficial Juan Chiminelli, ayudante del general, fue nuevamente quien demostró tener la mejor capacidad de memoria y desmintió incluso a su jefe: "Recuerdo que hubo una balacera muy fuerte, puesto que la gente fusilada no quedó en muy buenas condiciones". Y agregó, en favor de la inocencia de la comitiva, que todos estaban en el hotel "cuando nos enteramos de que hubo un fusilamiento debido a que hubo un escape de presos. Esto quiere decir que ninguno de los integrantes de la comitiva participó en esos hechos. Quienes participaron fueron miembros del personal del propio regimiento de Copiapó". Más aún, en defensa de su jefe, aseguró que "estos hechos ocurrieron durante la noche en que estábamos en Copiapó. Recuerdo que el general Arellano insistió en que el comandante Haag debía aclarar la situación, para dejar en claro que allí no hubo participación de la comitiva del general Arellano".

Las contradicciones son evidentes. Pero como en Copiapó hubo dos ejecuciones masivas el 17 de octubre de 1973, podría argumentarse que hay confusión en los recuerdos. De modo que el juez decidió aclarar a fondo el episodio.

Partamos con la declaración del entonces teniente Enrique Vidal Aller, quien era el ayudante del comandante del regimiento (fojas 1372). Y vayamos al comienzo de este episodio.

Dijo el teniente (R) Vidal Aller que, desde La Serena, le avisaron que venía a Copiapó el helicóptero con el general Arellano a bordo. Se lo comunicó de inmediato al comandante Haag, "quien no le dio mucha importancia, me comentó que dicho helicóptero pasaría directo a Antofagasta, ya que en su concepto Copiapó no era tan importante".

Poco después, un sargento de guardia le avisó que se aproximaba el Puma: "Le ordené al sargento que rodeara al helicóptero cuando se posara en tierra con unos quince hombres que tenía a disposición en esos momentos. Una vez que el helicóptero se posó en tierra, recuerdo que el primero en bajar fue el teniente Armando Fernández Larios, quien venía



con tenida de combate, con corvos, granadas, etcétera, y por sus desplazamientos daba la impresión de que estaba desorientado. Me acerqué y le pregunté qué sucedía, informándome que venía el general Arellano y una comitiva, formada por Fernández Larios, el mayor Arredondo, el capitán Moren Brito y un subteniente, Hugo Julio".

Sigue la declaración de Vidal Aller: "Una vez descendido en tierra el general Arellano, le informé que no había novedades. Luego me preguntó por el comandante de la unidad, señor Haag, informándole que estaba en la comandancia". El general Arellano, entonces, le ordenó que lo fuera a buscar de inmediato. Y cuando Arellano tuvo enfrente al comandante Haag, "lo reprimió por la forma en que vestía, añadiendo que el país estaba en guerra, razón por la cual le ordenó que se cambiara de ropa".

El coronel Haag se cambió su ropa por tenida de combate. Luego, en la comandancia, se reunieron el general Arellano con el comandante Haag, los oficiales de la comitiva Arredondo y Moren, así como el capitán Brito del regimiento de Copiapó. Luego, aseguró Vidal Aller al juez, "el general Arellano pidió todas las carpetas de la gente que estaba detenida tanto en la unidad como en la cárcel de Copiapó. Luego de estar reunidos dos a tres horas, bajó el capitán Brito con las carpetas que había estudiado el general Arellano y de las cuales se separaron trece, relacionadas con las personas que finalmente masacraron".

Mientras la reunión se efectuaba, sucedió algo que el ex teniente Vidal Aller no pudo olvidar jamás: "Salió el teniente Armando Fernández Larios, me preguntó dónde estaban los detenidos, fue hasta dicho lugar y premunido de un arma —que consiste en un mango con cadena y una bola de púas—golpeaba en la cabeza a la gente. De este accionar resultó muerta una persona de nombre Leonello Vincenti. Esto estuvo en conocimiento del mayor Arredondo y del capitán Carlos Brito, quien increpó al teniente Fernández Larios por su cometido, respondiéndole éste que dependía del general Arellano y no de él".

Y si el entonces teniente Vidal Aller fue testigo de lo ocurrido desde su sala de ayudantía, la versión de lo que sucedió dentro de la oficina de la comandancia sólo podía darla el coronel Óscar Haag Blaschke. En su primera declaración (fojas 2059 y siguientes) fue más bien cauteloso. Dijo que cuando el general Arellano le mostró el documento firmado por el general Pinochet, nombrándolo su Oficial Delegado, comprendió "que en ese momento quedaba subordinado del mando pues, de acuerdo al reglamento, el Oficial Delegado tiene plenas y amplias atribuciones para obrar en todos los aspectos del mando".

Haag aseguró al juez que el general Arellano, junto al entonces mayor Pedro Espinoza, "comenzó a revisar las tarjetas de identificación de cada uno de los detenidos, más las causas que estaban en tramitación (...) En varias oportunidades, pidió ampliación de los datos de algunos detenidos, como —por ejemplo—la forma en que lo habían detenido, actitud, lugar de su detención y cargos que se le formulaban (...) debo manifestar que, durante la revisión, tanto el general Arellano como el mayor Espinoza tomaron notas o hacían anotaciones en la lista de detenidos".

Pero fue en un segundo interrogatorio, realizado el 29 de enero de 2000, cuando el coronel Óscar Haag Blaschke hizo un pormenorizado relato de lo que allí ocurrió y que culminó con la muerte de dieciséis prisioneros políticos. Veamos lo que dijo al ministro Juan Guzmán:

"Nos reunimos en la comandancia con el general Arellano y, además, participaron de esa reunión el Prefecto de Carabineros, comandante Rene Peri, y el Prefecto de Investigaciones, cuyo nombre no recuerdo. Además estaban otro funcionario de Investigaciones y un oficial de Carabineros, cuyos nombres y grados no recuerdo. Además estaba el abogado Rojas Hidalgo, quien era mi asesor. De la comitiva, además de Arellano, se encontraba el entonces mayor Pedro Espinoza. Todos ellos revisaban los antecedentes de los detenidos. También estaba junto a ellos el capitán Carlos Brito, quien tenía los archivos de las personas detenidas".

"El general Arellano, el mayor Espinoza, el capitán Carlos Brito, junto con los funcionarios de Investigaciones y Carabineros a cargo de Inteligencia, cuyos nombres no recuerdo, trabajaban en una mesa con los archivos y los antecedentes de los detenidos. Estábamos al frente de la mesa sentados, presenciando de lejos lo que ellos hacían. Existía un fichero con todos los datos de las personas detenidas, que contenía su filiación política y cargos que existían contra ellos. Esta documentación se guardaba en un cárdex. A cargo del cárdex se encontraba el capitán Carlos Brito. Este último iba mostrando las tarjetas correspondientes a cada detenido y el general Arellano, a veces, efectuaba anotaciones marginales. No, no recuerdo el color del lápiz que usaba. Lo vi solamente de lejos, de manera que no podía precisar qué era lo que anotaba. En algunos casos hacía anotaciones y en otros, no. Esta reunión comenzó alrededor de las 20.00 horas del día 16 de octubre de 1973 y terminó poco antes de la medianoche de ese día".

"Recuerdo que el teniente coronel Arredondo u otro oficial entraban esporádicamente a la reunión. A Arredondo lo conocía porque practicaba equitación. Además, el general Arellano mandaba misivas para afuera a través de cualquiera de los miembros de su comitiva, pues eran de su confianza. Enviaba mensajes escritos, presumiblemente a miembros de su comisión. Ignoro su contenido".

"Al final de la reunión, el general Arellano entregó la lista que había recibido de parte de la Fiscalía con los nombres de todos los detenidos que se encontraban en el regimiento y en la cárcel local —alrededor de setenta—en la que había marcado el nombre de trece personas, ordenando que debían ser fusiladas a la brevedad. Estas personas fueron ejecutadas estando con sumarios pendientes porque la orden del general no podía dejar de cumplirse, dada la alta investidura que éste tenía".

Trece prisioneros, ¿y los otros tres? El coronel Haag dijo al juez que, en esa misma reunión, el general Arellano examinó los expedientes de los tres funcionarios del mineral El Salvador. Porque García, Tapia y Gastillo habían sido juzgados por un consejo de guerra, el que propuso pena de muerte para los tres. El caso estaba siendo revisado por Haag, pero el general le ordenó al asesor jurídico, abogado Daniel Rojas Hidalgo, que cerrara la causa y preparara el documento para firmar el cúmplase de la sentencia al día siguiente.

Nos encontramos, en el relato, cerca de la medianoche del 16 de octubre de 1973. Acaba de terminar la reunión donde se ha decidido la muerte de un total de dieciséis prisioneros. ¿Qué pasó después? El teniente (R) Vidal Aller lo relató así al juez: "Terminada la reunión del general Arellano y su comitiva, se dio orden de trasladar a trece personas con destino a La Serena, orden dispuesta por el propio general Arellano al comandante Haag. Esta misión debía cumplirla el capitán Patricio Díaz Araneda, quien me pidió que lo acompañara, a lo que respondí que yo era ayudante del comandante y no podía recibir órdenes de él. Posteriormente, el capitán Díaz Araneda designó a tres subtenientes, recién salidos de la Escuela Militar, para que lo acompañaran a cumplir la misión de traslado de los detenidos".

El oficial Patricio Díaz Araneda pasó, entonces, a ser clave para continuar averiguando lo sucedido. En su primera declaración, no abrió la boca. Ya estaba retirado del Ejército, pero trabajaba para la institución como ingeniero químico de FAMAE. No recordaba nada de lo ocurrido en Copiapó. En los años 73 y 74, explicó al juez, pasó por "uno de los períodos más difíciles de mi vida". Dijo que estaba recién casado y que, aunque su mujer vivía a tres cuadras del regimiento, podía verla sólo cada tres meses. Por eso, dijo, tenía "lagunas de memoria".

— ¿Ha recibido ayuda siquiátrica? —le preguntó el ministro Guzmán.

—No, porque sólo ahora me doy cuenta, ya que en 25 años nadie me ha preguntado sobre este tema —contestó el oficial Díaz Araneda.

Pero en junio de 1999, el ministro Guzmán fue a la cárcel de Copiapó y, en el libro de guardia de 1973, encontró la prueba. Allí estaba registrado que a las 0.30 horas del día 17 de octubre, el suboficial Orlando Lukes Smith —alcalde subrogante—había entregado nueve prisioneros al capitán Patricio Díaz Araneda. Por esa misma fecha, junio del año 99, le fue negada al ministro Guzmán su petición de conocer el listado de oficiales y suboficiales que estaban en los regimientos de Copiapó y La Serena en 1973. El Jefe del Estado Mayor del Ejército, mayor general Patricio Chacón Guerrero, le contestó que "es una materia clasificada como secreta".

Así fue como el ministro Guzmán decidió arrestar al oficial Patricio Díaz Araneda y someterlo a proceso. El arresto fue crucial para aclarar el episodio. Tras seis meses de reclusión, Patricio Díaz Araneda recuperó la memoria y confesó:

"No antes de las 23-00 horas fui citado a la comandancia, siendo recibido en el sector de la ayudantía, porque en esos momentos en la comandancia se encontraba el general Arellano y los miembros de su comitiva y demás personas que participaron en la reunión, esto es, el capitán Brito y el comandante Pery, entre otros. En la ayudantía se encontraba el comandante Haag y el mayor Enriotti. En ese momento recibo la orden verbalmente, encontrándonos todos de pie. Esta orden consistía en fusilar, fuera del recinto del cuartel y sólo con la participación de oficiales, a unos detenidos, los que serían indicados en una lista. Efectivamente recibí una lista con nombres. Esta lista, me da la impresión, estaba escrita en forma manuscrita".

El entonces capitán Patricio Díaz Araneda "representó" la orden a sus superiores. Es decir, preguntó si podía evitar su cumplimiento. Pero la orden le fue reiterada, momento en el cual supo que no tenía otro camino que cumplirla, ya que sus superiores se hacían responsables por lo ordenado. Así funciona el principio de "obediencia debida" en las instituciones armadas. Sigamos con su relato:

"De acuerdo a ello, yo designo al entonces capitán Ricardo Yáñez Mora, al subteniente Waldo Ojeda Torrent y al subteniente Marcelo Marambio Molina. Debo agregar que al único que comunico en ese instante la misión es al capitán Yáñez, quien incluso me representa si había forma de no ejecutar eso, respondiéndole que no había forma de eludir la orden porque yo había hecho la consulta y la orden me fue reiterada".

Continúa el relato del entonces capitán Díaz Araneda: "Para el cumplimiento de la misión se me puso a disposición un camión militar que yo personalmente conduje y en el cual trasladamos a los detenidos. Mientras yo preparaba el armamento fueron retirados cuatro de los detenidos que se encontraban en el interior del cuartel, los que subimos al camión para trasladarnos a continuación a la cárcel de Copiapó a retirar a los nueve restantes. El nombre de los detenidos de la cárcel me fue entregado en una lista. Recuerdo que a la cárcel ingresé alrededor de las 00.30 horas del día 17 de octubre, comunicando al personal encargado que, por orden de la Fiscalía Militar, debían hacerme entrega de los detenidos que figuraban en la lista. De eso se deja constancia en el Libro de Guardia del recinto penitenciario".

"Retirados los detenidos de la cárcel, los que junto a los sacados del recinto militar sumaban trece personas, me dirigí con el camión hacia el sur de Copiapó por la carretera Cinco Norte. Recorrimos un poco más de veinte kilómetros y, en cuanto el terreno me lo permitió, me salí con el camión de la carretera y me interné en la pampa hacia el poniente, aproximadamente unos 200 metros, procediendo a detener el camión. En ese momento, al bajar los oficiales, le comuniqué a los subtenientes cuál era la misión que debíamos cumplir. Los subtenientes me preguntaron si no había forma de no cumplir esa orden, ante lo cual yo les reiteré que no y que la orden debía ser cumplida por cuanto a mí me había sido ratificada. Acto seguido, procedimos a bajar a los detenidos en grupos de tres, los que fueron fusilados por tres de los oficiales, en tanto uno aseguraba la permanencia del resto en el camión. El fusilamiento fue rotativo respecto a los participantes, naturalmente en el último grupo fueron cuatro los fusilados. Deseo dejar constancia que, por nerviosismo, no me percaté de que mi fusil estaba en ráfaga y fusilé a dos de ellos en esas condiciones".

—¿Iban atados o encapuchados los prisioneros? —le preguntó el juez a Patricio Díaz Araneda.

—Las manos les fueron atadas en la parte de atrás, al momento de subirlos al camión. Y las bolsas con las cuales se encapuchaban las caras, al momento de ser fusilados, eran bolsas de sacos de dormir.

— ¿En qué orden los fusilaron? —preguntó el juez.

—Yo participé en los fusilamientos de los cuatro grupos, para lo cual utilizamos fusiles SIG 7.62 mm. de cargo militar. Éramos tres fusileros para cada grupo, pero para el último fuimos cuatro. No recuerdo el orden de los fusileros en cada caso. Los fusilamientos se realizaron con los detenidos de pie, enfrentando al grupo de fusileros, a una distancia aproximada de ocho metros. Fallecieron instantáneamente con los primeros disparos, no fue necesario ejecutar tiros de gracia.

— ¿Qué pasó después?

—Terminado el fusilamiento, procedimos a cargar los trece cadáveres en el camión, cubriéndolos con una carpa. Y me dirigí con el camión hacia el predio del regimiento, donde permanecieron hasta alrededor de las 20 ó 21 horas del día 17 de octubre de 1973, oportunidad en que trasladamos los restos hasta el cementerio de Copiapó. La custodia del camión estuvo inicialmente a cargo de dos oficiales, los que posteriormente fueron relevados por personal del regimiento.

— ¿Dirigió usted el traslado de los cadáveres al cementerio y su entierro?

—Sí, al cementerio ingresamos por la puerta trasera, en cuyo interior ya había personal militar, además del administrador del cementerio. Procedimos a bajar los cuerpos del camión, para luego realizar su entierro. Pero el administrador nos señaló que no era posible realizar el entierro sin un documento del Registro Civil. Por este motivo, personal militar concurrió a buscar al oficial de Registro Civil, quien una vez en el lugar procedió a tomar las huellas dactilares de cada una de las víctimas, las que registró en un formulario. Entretanto, esta operación era alumbrada por las luces de los vehículos.

— ¿Quién le dio la orden de fusilar a los prisioneros?

—La orden me fue dada por el comandante del regimiento, teniente coronel Óscar Haag, cuando nos encontrábamos ambos de pie en la ayudantía de la comandancia, ya que yo fui llamado por él. En el intertanto, se encontraba en la oficina del comandante el general Sergio Arellano Stark y algunos miembros de su comitiva. Todos se encontraban en tenida de campaña. Me consta que el general Arellano y parte de su comitiva estaban en la comandancia, ya que yo los vi entrar. Le representé la orden al comandante Haag y éste me señaló que había que cumplir dicha orden.

— ¿Qué habría pasado si no hubiera cumplido esa orden? —preguntó el ministro Guzmán

—Yo creo que podría haber sido fusilado porque estábamos en tiempo de guerra, fusilado previo juicio sumario muy breve. En mi concepto, debía cumplir dicha orden —contestó Díaz Araneda.

El 29 de enero de 2000, a las 11.45 horas, en el Comando de Telecomunicaciones se realizó el careo entre el general Sergio Arellano Stark y el entonces capitán Patricio Díaz Araneda.

—Precise, general Arellano, dónde durmió la noche del 16 al 17 de octubre y la noche del 17 al 18 de octubre de 1973 —inquirió el juez.

—Mi comisión llegó a Copiapó el día 16 de octubre de 1973, alrededor de las 20.00 horas, donde pernocté. Estuvimos todo el día en esa ciudad, donde pernoctamos para partir el día 18 de octubre de 1973, a primera hora, a Antofagasta —respondió el general Arellano.

Luego, el general Arellano dijo que —tras su llegada—se reunió con el comandante Haag para planificar las actividades del día siguiente y se fue a dormir a su hotel. Y en la mañana del 17 de octubre había tenido una reunión con los oficiales y suboficiales del regimiento, en la cual recomendó "el respeto a la población civil y la necesidad de evitar cualquier forma de abuso de poder". Y terminó esta parte de su declaración reafirmando que su comitiva no estuvo en Copiapó cuando fueron asesinados los trece prisioneros.

— ¿Ordenó usted el traslado de esas trece personas y/o su fusilamiento? —preguntó el ministro Guzmán al general Arellano.

—Definitivamente no ordené ni el traslado ni el fusilamiento —contestó el general Arellano.

— ¿Participó usted en el traslado y en el fusilamiento de los trece prisioneros? —preguntó el juez a Patricio Díaz Araneda.

—Efectivamente dirigí y participé en el fusilamiento de trece personas en Copiapó, el día 17 de octubre de 1973. Estimo que estos fusilamientos se realizaron entre la una y media o dos de la madrugada. Enfáticamente puedo decir que los hechos ocurrieron en la madrugada del día 17 de octubre, fecha que coincide con la estadía del general Arellano con su comitiva. Es cuestión de asociar. La comitiva del general Arellano llegó a Copiapó el día 16 de octubre, alrededor de las 20 horas —contestó el oficial Díaz Araneda.

— ¿En qué momento y quién le encomendó la misión?

—El día 16 de octubre de 1973, pasadas las 23 horas, fui llamado a la comandancia del Regimiento Atacama. En la ayudantía se encontraba el comandante Haag y el mayor Enriotti.

Allí recibí, de parte del coronel Haag, la misión de ejecutar a los detenidos que estaban señalados en una lista, actividad que debía ser realizada sólo por oficiales y fuera del cuartel. Fue el comandante Haag. El comandante estaba muy alterado, pues es una persona muy nerviosa. Estaba muy conmovido. Me dijo que tenía que cumplir con la orden de ejecutar a las trece personas mencionadas en la lista. Estaba muy asustado. Incluso yo le representé la orden. Nunca el comandante Haag había tomado una decisión tan drástica y estoy convencido de que cumplía órdenes superiores (...) La razón que más me impulsa a decir que el comandante Haag cumplía órdenes superiores es que las dieciséis ejecuciones habidas en Copiapó se producen exactamente durante el período de permanencia de mi general Arellano y su comitiva en la guarnición. Ni antes ni después de la presencia de mi general Arellano en Copiapó, hubo detenidos que hayan sido ejecutados —contestó el oficial Díaz Araneda.

— ¿Dónde estaba el general Arellano cuando la orden de fusilamiento le fue dada?

—Estaba en la comandancia del regimiento Atacama, alrededor de las 23 horas del día 1º de octubre.

Fue entonces cuando el general Arellano decidió intervenir y así quedó registrado en el proceso: "No es la primera vez que se aprovecha el paso de mi comitiva por alguna guarnición donde había comandantes pusilánimes que incluso no cumplieron con las disposiciones del Comandante en Jefe del Ejército, como ocurrió en la guarnición de Calama".

— ¿Estaba el general Arellano en la noche del 16 de octubre en la comandancia del regimiento? —preguntó el ministro Guzmán.

General Arellano Stark: "Concretamente no estaba. Me encontraba en el hotel".

Oficial Díaz Araneda: "Puedo asegurar que estaba en la comandancia. Lo vi entrar el día 16 de octubre alrededor de las 20.20 horas, cual es el tiempo que demora en llegar desde el helicóptero a la comandancia. No más de 15 a 20 minutos".

—¿Estaba el general Arellano en la comandancia cuando se le dio la orden de ejecutar a los trece detenidos? —repitió el juez, dirigiéndose a Díaz Araneda.

—Creo que estaba en la comandancia porque no lo vi salir.

—¿Dónde estaba, general Arellano, cuando se dio la orden de fusilar?

General Arellano Stark: "No, a esa hora me encontraba en el hotel".

Oficial Díaz Araneda: "Mi general Arellano se encontraba en la comandancia".

General Arellano Stark: "Insisto, me encontraba en el hotel".

El general Arellano argumentó, entonces, que la prueba de su inocencia y, por ende, la prueba de la culpabilidad del comandante Haag en los crímenes de Copiapó, estaba justamente en el hecho de que Haag no hubiera llamado a su superior jurisdiccional —el general Lagos—antes de dar la orden de fusilamiento.

El oficial Díaz Araneda le replicó así: "Yo sólo aseguré, y no me cabe duda, que el comandante Haag cumplió órdenes superiores. No había nada ni antes ni después de la llegada del general Arellano a Copiapó que pudiera precipitar los hechos referidos".

—¿Por qué el comandante Haag no solicitó autorización al general Lagos para hacer algo tan grave como el fusilamiento de trece personas? —preguntó el juez.

—Ignoro si esa noche el comandante Haag comunicó la orden al general Lagos Osorio, sólo sé que asumió como Oficial Delegado del Comandante en Jefe, desde el momento de su llegada a Copiapó, mi general Arellano —contestó Díaz Araneda.

El general Arellano, entonces, reiteró que el documento que recibió de manos del general Pinochet no indicaba "que yo asumiría el mando de la unidad ni tampoco que cumpliría funciones como juez militar". Dijo que el documento que lo nombró Oficial Delegado sólo se refería al comportamiento de los militares con la población civil, a fin de mantener la buena imagen del Ejército; a la revisión de procesos militares; a velar por que los consejos de guerra dispusieran la debida defensa de los procesados.

El careo entre el coronel Óscar Haag Blaschke y el oficial Patricio Díaz Araneda aportó nuevas pruebas al ministro Guzmán. Se realizó el 29 de enero de 2000, a las cuatro de la tarde, en el Comando de Telecomunicaciones del Ejército.

¿Quién dio la orden de sacar a los trece detenidos y fusilarlos? Esa fue la pregunta del juez que gatillo la siguiente aclaración por parte del coronel Haag:

"Al momento en que me fue exhibido el documento en que el general Pinochet nombraba Oficial Delegado al general Arellano, quedé relevado del mando y, por lo tanto, sobrepasado en mis atribuciones. El día 16 de octubre de 1973, en la reunión que sostuvimos con el general Arellano en la comandancia, éste ordenó el fusilamiento de trece personas que estaban en una lista. La lista fue elaborada en triplicado. Una la tenía el capitán Carlos Brito, otra la Fiscalía Militar y la tercera le fue entregada al general Arellano. No vi la lista de cerca, pero posteriormente me percaté de que la lista tenía unas marcas que había hecho el general Arellano. El criterio que tuvo en cuenta el general Arellano para seleccionar a las trece personas que iban a ser fusiladas atendió a la gravedad del delito, a las circunstancias que rodearon su detención y al partido político a que pertenecían las trece personas".

Y agregó el coronel Haag: "Concretamente yo sabía que esas trece personas iban a ser fusiladas porque la orden había sido dada por el general Arellano, estando en la oficina de la comandancia. No di la orden de fusilar a esas trece personas, ni en forma verbal ni escrita. Pienso que la orden la dio Enriotti, quien era el segundo del regimiento y a quien —estando en el interior de la comandancia—le comuniqué la orden del general Arellano".

Siguió el coronel Haag: "Lo del traslado y posterior evasión de los trece detenidos fue una ficción para dar una explicación que no impactara al personal del regimiento, pero la verdad es que las personas fueron ordenadas fusilar por el general Arellano. El general Arellano, una vez que mostró la lista con las trece personas detenidas que serían fusiladas, la mandó fuera de la comandancia por intermedio de un emisario de su comisión que bien pudo ser Arredondo, quien era su segundo. El general Arellano dijo que estas trece personas debían ser fusiladas de inmediato y las otras tres debían ser fusiladas a la mayor brevedad, ordenando que se diera término al sumario".

Y fue entonces cuando el coronel Haag agregó nuevos datos: "Luego de que se llevaran a las trece personas, supuestamente rumbo a La Serena, en mi vehículo fiscal —junto a Arredondo y al abogado Rojas Hidalgo—nos dirigimos por la carretera que va a La Serena en busca del camión militar que pertenecía al regimiento y que llevaba a las trece personas".

"Como Arredondo se molestó porque no encontrábamos el camión, después de llegar a la cima de la cuesta Cardone, ordenó que regresáramos a Copiapó. De vuelta, a unos pocos kilómetros de Copiapo, con los fusilados en su carrocería, tapados con una carpa y chorreando sangre. Nos detuvimos y Arredondo, para verificar, se bajó del vehículo, se subió al camión, levantó la carpa que cubría los cuerpos y contó los cuerpos para comprobar la muerte de las trece personas. Posteriormente, por orden de Arredondo, nos dirigimos al hotel donde se alojaba el general Arellano, quien nos recibió en bata. Entonces Arredondo dijo textualmente: 'Cumplida su orden, mi general, las trece personas fueron ejecutadas y lo he confirmado personalmente'.

No es difícil imaginar el estupor que debió experimentar el ministro Guzmán al escuchar las palabras del coronel Óscar Haag, como asimismo el actuario al teclear la declaración en su máquina de escribir.

Agregó el coronel Haag que volvió al regimiento, esa madrugada de octubre, y ordenó que se redactara el comunicado oficial, dando cuenta del traslado de los trece prisioneros a La Serena, su intento de escapar en el momento en que el camión sufrió un desperfecto eléctrico y la muerte de todos por "ley de fuga".

—¿Quién dio la orden de fusilar a los trece prisioneros? —repitió el ministro Guzmán.

Oficial Díaz Araneda: "La orden la recibí del comandante Haag, estando en la oficina de la ayudantía junto al mayor Enriotti. Es probable que cuando llegué a la comandancia, el comandante Haag y el mayor Enriotti estuvieran en ese momento comentando la orden de fusilar a las trece personas. Entonces, en ese momento, se me ordenó cumplir la orden de ejecutar a las trece personas".

Coronel Haag Blaschke: "Es posible que así haya sucedido. Lo que ocurrió fue que, estando en el interior de la comandancia, le entregué la lista a Enriotti, diciéndole que el general Arellano había ordenado la ejecución de trece detenidos".

—¿Mantiene su versión de que la orden de fusilar la dio el coronel Haag? —preguntó el juez a Díaz Araneda.

Oficial Díaz Araneda: "La orden la recibí estando el coronel Haag junto al mayor Enriotti en la ayudantía. El coronel Haag sabía que la orden era fusilar".

Coronel Haag Blaschke: "Estando junto al mayor Enriotti, que era mi segundo comandante, es posible que tácitamente le haya transmitido la orden al entonces capitán Patricio Díaz, en el sentido de que en mi presencia el mayor Enriotti le informó al capitán Díaz que la orden era fusilar a las trece personas que, momentos antes, el general Arellano había tiqueado en la oficina de la comandancia. Yo le entregué el papel a Enriotti para que se encargara de los detalles y tomara las medidas del caso con el objeto de cumplir la orden dada por el general Arellano, orden que había que cumplir de todas maneras. Había que fusilar a las trece personas".

Oficial Díaz Araneda: "Sí, al momento de recibir la orden, estábamos los tres. En ese momento, le representé la orden a mi comandante Haag".

Coronel Haag Blaschke: "Yo tenía que darle la orden al mayor Enriotti para que la cumpliera. No podía ser de otra manera. La orden había que cumplirla. Entonces, cuando me la representó el capitán Díaz Araneda, le dije que era una orden superior y que, dada la alta investidura del general Arellano, era imposible no cumplir con la orden".

Oficial Díaz Araneda: "Efectivamente es así".

—A ver, ¿quién dio la orden? —preguntó nuevamente el juez, tratando de entender la lógica y el lenguaje militar en el cumplimiento de órdenes.

Oficial Díaz Araneda: "La orden me la transmitió el comandante Haag, quien me comunicó que la orden era del general Arellano y que había que cumplirla. Esto sucedió en presencia del mayor Enriotti, quien me dio las instrucciones para su cumplimiento, estando los tres en la ayudantía de la comandancia".

Coronel Haag Blaschke: "Efectivamente así es. La orden se la transmití al capitán Díaz en presencia del mayor Enriotti, reiterándole que esa orden debía cumplirse por la investidura de Oficial Delegado que tenía el general Arellano".

Cuando el juez quiso saber del momento en que ambos oficiales se encontraron en la carretera, cuando ya el camión venía de regreso con los cadáveres y el coronel Arredondo se subió para contar los cuerpos, dijeron lo siguiente:

Oficial Díaz Araneda: "Yo no recuerdo haber visto a Arredondo en la cuesta Cardone".

Coronel Haag Blaschke: "Efectivamente, Arredondo y yo estuvimos en la Cuesta Cardone, junto al abogado Rojas Hidalgo. Es posible que el entonces capitán Patricio Díaz no se haya dado cuenta de mi presencia, junto a Arredondo, por el estado de conmoción en que se encontraba después de la muerte de las trece personas".

—¿Y quién ordenó el fusilamiento de los tres prisioneros provenientes de El Salvador? —preguntó el juez, refiriéndose a García, Tapia y Castillo.

Coronel Haag Blaschke: "En la misma reunión de la noche del día 16 de octubre, el general Arellano —al ver los expedientes de los tres funcionarios de El Salvador, cuya condena a muerte había sido propuesta por un consejo de guerra—le comunicó al asesor jurídico, abogado Daniel Rojas Hidalgo, que cerrara la causa y que, en la reunión de las diez de la mañana del día siguiente, le presentara el documento para firmar el cúmplase de la sentencia. Al final de la reunión del día 17 de octubre, el abogado Rojas le presentó los expedientes de las tres personas condenadas a muerte, firmando el general Arellano el cúmplase, en presencia de todas las personas que estaban en la reunión".

Agregó: "Inmediatamente dispuse que se diera cumplimiento a la sentencia al segundo comandante, mayor Enriotti, haciéndole presente que se cumpliera con todos los requisitos legales del caso. Al final del día 17 de octubre, el mayor Enriotti me comunicó que estaba todo dispuesto para el cumplimiento de la sentencia, que ésta se iba a realizar en el predio del regimiento y que había designado como jefe del pelotón al teniente Ramón Zúñiga Ormeño. No me comunicó los nombres del resto de los oficiales que conformaron el pelotón de fusilamiento. A la mañana siguiente, el mayor Enriotti me comunicó que la orden había sido cumplida conforme a lo programado y que las personas habían sido colocadas en urnas y enterradas en el cementerio de Copiapó, en tumbas separadas, y que habían quedado registradas en los libros del cementerio en el patio 16, sepulturas 13, 14 y 15".

—¿Participó el capitán Díaz Araneda en esos tres fusilamientos? —preguntó el juez.

Oficial Díaz Araneda: "No tuve participación ni directa ni indirectamente en los fusilamientos de esas tres personas. Y debo agregar que los oficiales Yáñez, Marambio y Ojeda tampoco tuvieron participación en el fusilamiento y posterior inhumación de esas tres personas".

Coronel Haag Blaschke: "Confirmo lo dicho por Díaz Araneda".

— ¿Qué les habría sucedido si no cumplen la orden del general Arellano de fusilar a las trece personas y luego la sentencia de muerte para las otras tres personas? —preguntó el juez.

Coronel Haag Blaschke: "En tiempo de guerra, el no cumplir órdenes de un superior de la investidura del general Arellano, pienso que me habría expuesto a graves sanciones, incluso la muerte".

Oficial Díaz Araneda: "En tiempo de guerra, no cumplir una orden, en particular la dada para fusilar, podría haberme expuesto a ser condenado a fusilamiento".

Al amanecer del 17 de octubre de 1973, en el regimiento de Copiapó, había un camión con su trágica carga en la carrocería: trece prisioneros asesinados. Una guardia militar lo custodiaba, de modo que nadie pudiera acercarse. El capitán Díaz Araneda —según su confesión—se había preocupado, en el curso del día, de preparar el entierro clandestino. Así le fue ordenado. Esperó a que anocheciera y cerca de las nueve de la noche —ya con toque de queda—dio la orden para que el camión saliera del regimiento.

Todo indica que primero pasaron a buscar al administrador del cementerio a su casa. Así lo relató Leonardo Meza al juez, cuando éste se constituyó en el cementerio y comprobó que, en el Libro de Sepultaciones de 1973, estaban inscritos los trece asesinados. Fecha de defunción: 17 de octubre de 1973.

Ya estaba preparado cuando lo pasaron a buscar a su casa —dijo Meza—porque esa misma mañana fue llevado al regimiento y "un militar, cuyo nombre y rango no conozco, me comunicó que iban a llevar trece cadáveres al cementerio, sin especificarme la hora. Finalmente me advirtieron, en tono amenazante, que estos hechos no debía comentarlos con nadie. Me dieron a entender que, si algo se llegaba a saber, yo sería la próxima víctima.

Así fue como Leonardo Meza ordenó a su personal que prepararan trece urnas viejas, cerró el cementerio por la tarde y se fue a su casa a esperar. "Llegó una patrulla militar a buscarme. Me hicieron subir a un jeep y detrás venía un camión militar. Ingresamos al cementerio por la puerta posterior y les mostré el lugar donde podían sepultar a las personas que traían dentro del camión. Era una parte eriaza, donde los mismos militares procedieron a cavar una zanja".

Fue entonces cuando Meza le pidió a uno de los militares que lo acompañara para comenzar a traer las viejas urnas. Alcanzaron a caminar unos metros. Escuchó al militar balbucear algunas frases: "Me dijo que había cortado con corvo a uno de los detenidos, quien le pedía que no lo matara, que tenía tres hijos. Y que igual le disparó un tiro en la cabeza". Pero la confesión fue interrumpida porque el oficial al mando les ordenó regresar y rechazó el uso de las urnas. Y el mismo oficial —se supone que el capitán Díaz Araneda—le ordenó a Meza ayudar en la tarea de bajar los cadáveres.

"Quedé manchado con sangre al hacerlo, ya que los cadáveres venían sólo con ropa de vestir, sin ninguna otra protección. Una vez que los cuerpos estuvieron en el suelo, le planteé al militar que venía al mando que yo no podía sepultar los cadáveres sin una autorización del Registro Civil o, de lo contrario, debía darle cuenta al director del hospital. El militar ordenó, entonces, que fueran a buscar al funcionario del Registro Civil, de nombre Víctor Monroy", declaró Leonardo Meza al juez.

Lo que siguió podría ser clasificado en el archivo del surrealismo. O quizás sólo se explique por el "legalismo" de la idiosincrasia chilena. Ya habían sido violados leyes y tratados internacionales (desde la normativa de tiempo de guerra hasta el Convenio de Ginebra). Trece prisioneros habían sido masacrados sin mediar sentencia alguna de consejo de guerra. Y ahora trece cadáveres estaban siendo enterrados clandestinamente, sin que las autoridades médicas hicieran autopsias y certificaran las muertes. Pero bastó que un civil dijera "no, no se puede", para que el capitán Díaz Araneda detuviera el proceso para "legalizar" la acción.

Así fue como el encargado de la oficina de Registro Civil de Copiapó entró en la macabra escena. Víctor Bravo Monroy finalmente compareció ante el tribunal —bajo amenaza de arresto—a fines de noviembre de 1999. Dijo al juez que una patrulla militar lo fue a buscar a su casa y lo llevó primero al regimiento. Y allí estaba, en el casino de oficiales, con su maletín de instrumentos en la mano, cuando observó lo siguiente: "Estando allí visualicé a los oficiales Andreotti y Vidal Aller, a quienes conocía. Pero entre ellos había un grupo de oficiales a quienes no conocía y que se distinguían porque vestían tenida de combate, diferente al resto de los oficiales allí presente. En el regimiento se encontraba el helicóptero en que llegaron estos oficiales. Posteriormente, por fotografías publicadas en la prensa, pude reconocer entre ellos al teniente Fernández Larios, quien en esa época era muy joven y de buena presencia. Fue la misma noche del 17 de octubre en la que yo concurrí al regimiento y al cementerio local de Copiapó".

En el cementerio, agregó Bravo Monroy, no supo quién le dio la orden de proceder a la identificación: "No vi la cara de esa persona porque me alumbraban con una linterna, la que me encandilaba. No reconocí su voz, pero pienso que debo haberlo conocido porque me conocían a mí. Uno de ellos se refería a otro como 'mi teniente'. Estaban muy nerviosos y ése le dijo al señalado teniente que me pasaran la botella de pisco para calmarme, pero ya se había acabado".

"Luego se agregaron unos cuantos militares más, los que venían acompañados de Leonardo Meza, encargado del cementerio local, a quien yo conocía".

—¿Cuántos eran los cuerpos y en qué estado estaban? —le preguntó el juez.

—En realidad fue terrible la identificación de esos cadáveres, considerando que conocía a muchos de ellos. Lo que más me impresionó, entre otros, fue ver el cuerpo de Alfonso Gamboa, a quien le faltaba casi toda la mandíbula y su cuerpo —piernas, brazos y manos—presentaba muchos balazos. Todos los cuerpos presentaban este tipo de heridas (...) Algunos cuerpos estaban degollados y con heridas cortantes. Todos los cuerpos estaban acribillados y con múltiples heridas a bala. Por ejemplo, a Jaime Sierra le faltaba un ojo y Leonello Vincenti, quien era profesor del colegio de mi hijo, presentaba heridas con arma blanca en su cuerpo. Entre ellos también reconocí a un niño, estudiante de Pedagogía, a quien había casado días antes; también a Pedrito Pérez y a tantos otros. Fue todo realmente triste e impresionante. Los cuerpos, en total, eran trece —relató Víctor Bravo Monroy. Uno por uno, fue tomándoles la mano derecha, untando las puntas de los dedos con la tinta y presionando los dedos inertes sobre el cartón para estampar la huella: "A medida que los identificaba, iban siendo lanzados a la fosa donde fueron enterrados por el personal militar. Posteriormente completé su identificación con los datos que existían de ellos en el Registro Civil. La causa de muerte que se indicó, en cada partida de defunción, fue 'ajusticiamiento militar'. No había médico que certificara la muerte de estas personas".

Toda la macabra tarea —cavar, identificar, enterrar, tapar la fosa—tomó muchas horas esa noche del 17 al 18 de octubre de 1973. El capitán Díaz Araneda dijo al juez que la confección de las fichas dactiloscópicas "se realizó como a las tres de la mañana". Y el administrador del cementerio, Leonardo Meza, aseguró que fueron enterrados "no como personas, ni siquiera como animales; a un perro se le da mejor sepultura".

¿Quiénes fueron las trece víctimas de ese primer "ajusticiamiento militar?"

• Winston Cabello Bravo, 28 años, ingeniero comercial, jefe provincial de la Oficina de Planificación Nacional (Odeplán), militante del Partido Socialista. Fue arrestado en su lugar de trabajo, la Intendencia, al día siguiente del golpe militar. Al terminar la reunión del comandante Haag con los directores de servicios públicos, el militar lo retuvo en la sala diciéndole que su jeep "había sido visto en maniobras sospechosas". Fue el primer preso político de la zona.

• Agapito Carvajal González, 32 años, funcionario público, militante del Partido Socialista. Fue detenido en su casa.

• Fernando Carvajal González, 30 años, empleado, militante del Partido Socialista. Fue detenido en su casa once días después del golpe militar. Los apellidos indican que sería hermano de la víctima anterior.

• Manuel Cortázar Hernández, 19 años, hijo único, estudiante, presidía el centro de alumnos del Liceo de Hombres. Militaba en el MIR. Fue llamado a través de un bando militar y se presentó voluntariamente una semana después del golpe. Sus compañeros lo recuerdan como "uno de los más alegres, siempre levantaba el ánimo a los otros".

• Alfonso Gamboa Farías, 35 años, periodista y profesor, director de Radio Atacama. Militante del Partido Socialista. Fue detenido en su casa, cuatro días después del golpe.

• Raúl Guardia Olivares, 23 años, funcionario público, militante socialista. Detenido en la localidad de Caldera.

• Raúl Larravide López, 21 años, estudiante de Ingeniería de Minas en la Universidad Técnica del Estado (sede Copiapó). Militante del MIR. Fue arrestado dentro de la universidad al día siguiente del golpe.

• Edwin Ricardo Mancilla Hess, 21 años, estudiante de Pedagogía, presidente del centro de alumnos, secretario regional del MIR. Fue detenido en su casa dos días antes de la llegada del general Arellano a Copiapó.

• Pedro Pérez Flores, 29 años, ingeniero en minas, profesor de la Universidad Técnica del Estado, dirigente del Partido Socialista. Fue detenido, mientras hacía clases, dos semanas después del golpe. Casado, dos hijos. Su esposa trabajaba como secretaria en Radio Atacama, fue detenida y condenada a cinco años de presidio por un consejo de guerra. El año 76 se le conmutó la pena por exilio.

• Adolfo Palleras Norambuena, 27 años, comerciante, dirigente poblacional y militante del MIR. No se presentó al llamado del bando militar. Fue detenido dos días antes de la masacre de Copiapó.

• Jaime Sierra Castillo, 27 años, locutor de Radio Atacama, militante del Partido Socialista. Fue detenido en su casa nueve días después del golpe militar.

• Atilio Ernesto Ugarte Gutiérrez, 24 años, estudiante de Ingeniería en Minas en la Universidad Técnica del Estado (sede Copiapó), militante del MIR. Fue detenido, en la residencial universitaria donde vivía, tres días antes de la masacre de Copiapó.

• Leonello Vincenti Cartagena, 33 años, profesor de Física, secretario regional del Partido Socialista. Varias declaraciones coinciden en señalar que fue asesinado al interior del regimiento, momentos antes de que los prisioneros fueran sacados de allí para luego sumarse al grupo que fue sacado de la cárcel. Así lo dicen el teniente (R) Vidal Aller y el ex prisionero Lincoyán Zepeda, lo que se suma al indirecto testimonio de Adolfo González, secretario del fiscal militar, quien aseguró que "a Vincenti lo mataron con un corvo".

Al ser enterrados clandestinamente, las primeras trece víctimas de Copiapó pasaron a ser detenidos—desaparecidos. Sus familias no tuvieron derecho a un funeral y no lograron una respuesta oficial acerca del paradero de los restos. Transcurrieron más de diecisiete años hasta que —iniciada la transición—la Comisión Rettig hizo la denuncia a la justicia, acompañando los testimonios que permitieron ubicar la fosa en julio de 1990. Los restos esqueletizados fueron identificados en el Instituto Médico Legal y luego entregados a sus familias.



Veamos ahora el caso de las otras tres víctimas, aquellas sobre las que pesaba una condena a muerte dictada por un consejo de guerra. El general Joaquín Lagos Osorio, comandante en jefe de la Primera División, era el máximo jefe jurisdiccional y explicó al juez lo ocurrido en este caso. Tras el golpe militar, dividió su zona en tres CAJSI (Comando de Agrupación Jurisdiccional de Seguridad Interior): Antofagasta, Copiapó y Calama. A cada CAJSI le entregó —de acuerdo al plan de seguridad interior—la responsabilidad jurisdiccional. Lo hizo de acuerdo al decreto—ley número 51 que, desde el 2 de octubre de 1973, delegó amplias facultades en los comandantes de divisiones o brigadas. Hay que recordar que ya estaba operando el decreto—ley número 5, que ordenó a los tribunales militares "entender" el estado de sitio como "estado o tiempo de guerra", sólo para los efectos de endurecer las condenas.

—En Copiapó, un consejo de guerra propuso la condena a muerte de García, Tapia y Castillo. La decisión del juez militar, teniente coronel Óscar Haag, se encontraba pendiente al momento de arribar Arellano y su comitiva a la ciudad. El hecho es que Arellano, al ver los tres sumarios pendientes, exigió una explicación. Luego de escuchar al comandante Haag, sin más trámite, ordenó el cierre de la causa y firmó las sentencias de muerte —explicó el general Lagos.

¿Quiénes eran estos tres prisioneros?

• Ricardo García Posada, 43 años, ingeniero y economista, funcionario de la CEPAL (organismo de la ONU) y gerente general de Cobresal (minera estatal de El Salvador). Militaba en el Partido Comunista. Casado, dos hijos. Al día siguiente del golpe militar, hizo entrega oficial de las instalaciones de la mina al ingeniero más antiguo y se presentó voluntariamente al recinto policial más cercano, en Potrerillos. Quedó bajo arresto domiciliario por dos días y luego fue trasladado a la cárcel de Copiapó.

• Benito Tapia Tapia, 31 años, empleado de Cobresal, dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores del Cobre. Si bien el Informe Rettig lo identificó como miembro del comité central de la Juventud Socialista, su esposa —María Lía Carvajal—dijo al juez que Benito había sido candidato a diputado por el Partido Comunista. Fue detenido una semana después del golpe en El Salvador y luego conducido a Copiapó.

• Maguindo Castillo Andrade, 40 años, casado, una hija, empleado de Cobresal, dirigente sindical, militaba en el Partido Socialista. Se presentó voluntariamente en la comisaría de Potrerillos, al ser llamado por un bando militar. Fue dejado en libertad. Tres días después fue arrestado mientras caminaba por una calle de El Salvador y trasladado a Copiapó. Su esposa Laureana Honores relató al juez que pudo verlo varias veces —manos hinchadas, moretones en el rostro—y comprobó que estaba siendo torturado. El nada le decía, para no preocuparla, pero en una ocasión le entregó un chaleco para que lo lavara. Al sumergirlo, el agua se tiñó con la sangre.

Sólo en rumores se habría basado el consejo de guerra para emitir la condena a muerte de García, Tapia y Castillo. El abogado Frigolett —contratado por Rolly Baltiansky, esposa de García—no pudo presentar la defensa. Y en la tarde del 17 de octubre de 1973, estando en Copiapó el general Arellano y su comitiva, se firmó la sentencia.

El abogado Daniel Rojas Hidalgo, auditor, integró ese consejo de guerra. Dijo al juez que los acusados habían ordenado dinamitar la mina de El Salvador, que los trabajadores se negaron y que subsistía el peligro que, "desde la prisión, siguieran insistiendo para que los trabajadores que les eran leales cumplieran sus designios".

—¿Quién aprobó e hizo cumplir la sentencia? —le preguntó el ministro Guzmán.

—Si el general Arellano se encontraba en Copiapó en esa fecha, tendría que haber sido decisión suya y, si no, decisión del general de división y juez militar de Antofagasta, cuyo nombre no recuerdo en este momento —contestó Rojas Hidalgo.

—¿Estaba Arellano en Copiapó? —No puedo asegurarlo. Lo único que puedo asegurar es que estuve en una reunión con el general Arellano en Copiapó, no recordando si fue antes o después de cumplirse la sentencia que aplicaba la pena de muerte a los tres dirigentes del mineral El Salvador. Pero sí recuerdo que él traía la delegación de la Junta de Gobierno para que pudiera ordenar el cúmplase de las sentencias, revisar los procedimientos de la Justicia Militar en tiempo de guerra y dar las instrucciones que estimara pertinentes...

El abogado Daniel Rojas Hidalgo compareció ante el ministro Guzmán sólo bajo amenaza de arresto y con orden de arraigo, tras rechazar varias citaciones al tribunal. El informe de Investigaciones estampó su excusa para mantenerse en silencio. No hablaba porque, dijo a la policía, "de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 24 del reglamento de disciplina de las Fuerzas Armadas, se ordena que la discreción en asuntos de servicio o estrictamente militares dura para el militar toda la vida. A ello estoy obligado conforme lo disponen las letras c) y f) del artículo 31 del mismo reglamento". ¿Qué quería evitar? Tenía más de un motivo. Ya vimos que el comandante Haag lo involucró en el episodio donde el comandante Arredondo confirma, en el camión, el asesinato de los trece prisioneros. Y luego, el encargado del Registro Civil, Víctor Bravo Monroy, lo culpó de adulterar los certificados de defunción de los prisioneros García, Tapia y Castillo.

Ya sabemos, por el coronel Haag, que los tres sentenciados a muerte fueron fusilados en el patio del regimiento en la tarde del 17 de octubre. Dirigió el pelotón de fusileros el teniente Ramón Zúñiga Ormeño. Los cadáveres fueron luego enviados a la morgue local. El administrador del cementerio, Leonardo Meza, aseguró al juez que "estos cuerpos llegaron primero a la morgue y supe que el doctor Alcayaga se negó a realizar las autopsias".

La investigación judicial continuó buscando datos, porque los prisioneros García, Tapia y Castillo seguían como detenidos—desaparecidos. Y así fue como se llegó al gasfiter Arturo Araya Nieto, quien en 1973 trabajaba como ayudante en la morgue. A las ocho de la mañana del 18 de octubre, vio un cuerpo sobre la mesa de autopsia y otros dos cuerpos en la sala contigua. Descubrió la sábana blanca que tapaba al primero y se encontró con un hombre que "vestía terno azul y, por su boca abierta, pude ver una tapadura de oro en uno de sus dientes. Tenía un impacto de bala en el pecho". Estaba a punto de comenzar a desvestirlo —parte de su tarea, previa a la autopsia que debía realizar el doctor Alcayaga—cuando llegó el administrador del cementerio, Leonardo Meza, y le dijo "que esos cuerpos eran intocables, me ordenó tapar al que estaba sobre la mesa y cerrar la puerta". Luego llegaron las tres urnas y a él le tocó ayudar para instalar adentro los cuerpos.

También fue ubicado el panteonero José Miguel Escudero Valdés, quien dijo haber cavado las tres fosas en el patio 16 ese día 18 de octubre del 73, por orden del administrador del cementerio. Luego le ordenaron ir a buscar tres urnas en las "hueseras" y llevarlas al vecino recinto de la morgue. Allí "pude darme cuenta de que había tres cuerpos, los cuales estaban vestidos y envueltos en sábanas blancas". Junto a Arturo Araya, metieron los cuerpos en las urnas ("tenían impactos de bala en el pecho") y las clavaron para sellarlas.

Los dos, Escudero y Araya, se fueron temprano esa tarde, ya que se adelantó el toque de queda. Y vieron que militares se quedaban en el cementerio junto al administrador Meza. Al día siguiente, Meza "me ordenó buscar tres cruces en desuso, las cuales pinté y se las entregué. Él les puso nombres y las colocó en las fosas que yo había cavado el día anterior", declaró Escudero al juez.

El entierro de los tres cadáveres fue clandestino. El papel que recibieron las familias, fechado el 18 de octubre, decía que los cuerpos les serían entregados, que no podían ser sacados del cementerio y que sólo se permitirían cinco personas por familia para un entierro "sin ceremonia alguna". Rolly Baltiansky recuerda que estaba hablando con el abogado acerca de la defensa de su marido, Ricardo García Posada, cuando entró la esposa de Benito Tapia con el papel en la mano, gritando ¡los mataron, los mataron!

Pocos minutos después, la desesperada Rolly corrió al cementerio. No le permitieron ver el cuerpo y la obligaron a abandonar el campo santo. Y su versión se ratificó en la versión de Víctor Bravo Monroy: "Uno de los oficiales le pidió al doctor Juan Mendoza que cerrara el cementerio, para impedir que la esposa de García Posada entrara a reconocer el cuerpo de su esposo". Al día siguiente, Rolly volvió y pudo ver el nombre de Ricardo en una modesta cruz de madera. Luego desapareció la señal. ¿Qué había pasado?

Quizás la explicación se halla en el informe que Investigaciones entregó al juez luego de hablar con el abogado Rojas Hidalgo. Para empezar, el abogado mintió al decir que recordaba muy bien cuando Rolly Baltiansky "compareció a retirar los restos de su marido, para llevárselo fuera de Chile, lo que hizo con la autorización militar respectiva". Y luego podría ser veraz su afirmación respecto a lo que sucedió con los cuerpos de los otros (incluido el de García por cierto, que jamás fue entregado a su esposa). Dijo a los policías que, al comprobarse que mucha gente iba al lugar del entierro, aprovechando los encuentros para reunirse e intercambiar mensajes, "la autoridad militar de entonces, durante la noche y en pleno secreto, ordenó abrir la fosa común, retirar los restos y dejar el hoyo notoriamente visible, y sepultarlos en otro sitio del cementerio". Agregó Rojas Hidalgo a la policía: "Con posterioridad se ordenó la exhumación de los restos, los que debido al traslado practicado, sin ningún cuidado especial, demostraron un franco deterioro".

No sólo se ocultaron los cuerpos. Además se adulteraron los certificados de defunción. Las familias de García, Tapia y Castillo recibieron primero documentos que decían, como causa de muerte, "ejecución militar". Y luego —en nuevos certificados—la causa cambió a "impacto de balas". El oficial del Registro Civil, Víctor Bravo Monroy, declaró ante el juez que el responsable de dicha adulteración había sido el abogado Rojas Hidalgo, auditor militar de Copiapó. Había llegado a su oficina, diciendo que debía cambiarse la causa de muerte de los tres asesinados. Él le contestó "que para hacer el cambio se necesitaba de una resolución judicial". Entonces, Rojas Hidalgo "le pidió a Dinko Carmona, funcionario encargado de las inscripciones de defunción, que hiciera el cambio, quien finalmente accedió a tal petición, consignándose como causa de muerte heridas múltiples a bala". A su vez, el funcionario Dinko Carmona dijo al juez lo siguiente: "Hice las modificaciones por órdenes del abogado Daniel Rojas Hidalgo, quien se presentó en la oficina del Registro Civil a presionar, primero hablando con mi jefe y luego con el encargado del registro de defunciones, que era yo".

Demás está decir que, en el curso de los careos, no hubo acuerdo entre el abogado Rojas Hidalgo y los funcionarios del Registro Civil. El ex auditor militar de Copiapó dijo que sólo se explicaba la confusión porque, con el tiempo, estas personas "no podrían recordar quiénes fueron los funcionarios del orden militar que intervinieron en dichos trámites". Él, aseguró, no tuvo idea de trámites judiciales y administrativos. Era solamente auditor de guerra, por lo que debía integrar los consejos de guerra y redactar las sentencias. Punto. Ante tantas mentiras, el ministro Guzmán decidió someterlo a proceso.

Así fue como la suma de atrocidades determinó que los cuerpos de García, Tapia y Castillo desaparecieran. Y de ahí que los tres formen parte de los diecinueve "secuestros calificados" que dieron paso al procesamiento de la "caravana de la muerte" y al desafuero del general Augusto Pinochet…”

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Thursday, October 13, 2011

Carta de un ultra a otro ultra

El Mostrador
12 de octubre 2011


       http://www.elmostrador.cl/autor/patriciocontreras/         
Patricio Contreras


Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Los Lagos.




En estas últimas semanas, el oficialismo en la voz del Vocero de Gobierno, Andrés Chadwick, acusa que el movimiento estudiantil ha sido tomado por un sector ultra, intransigente, y que su objetivo es la violencia. De hecho, responsabiliza a este sector del quiebre de la Mesa.

El ministro debe reconocer que los únicos ultras que se han tomado algo, es la ultraderecha que se tomó el Gobierno y que defiende con todas sus fuerzas el lucro, la permanencia de la banca privada y el sistema financiero en la Educación. Defendiendo irrestrictamente los intereses corporativos y económicos de una minoritaria clase empresarial.
 
Se nos acusa de intransigencia porque rechazamos ser parte de un espacio que valida mantener este enfermo modelo educacional y discutir en base al acuerdo GANE que todos sabemos, es más de lo mismo con un poco más de recursos; que por lo demás no tienen nada de histórico. Pero, si nosotros somos los intransigentes ¿qué calificativo podríamos utilizar para el Gobierno si ellos se han empeñado en conservar este modelo enfermo? No somos sólo los estudiantes los que queremos hacer transformaciones de fondo, sino una amplia mayoría ciudadana. Lo recomiendan los expertos, la OCDE, UNESCO, ONU, ahora el FMI, que no son precisamente los representantes del marxismo en el mundo. Incluso hay personajes del oficialismo que respaldan nuestras demandas como el Alcalde de Puente Alto que bien entiende que los derechos universales no son focalizados, dando un espaldarazo a la demanda de la gratuidad. Sigo con la duda ¿Quiénes son los intransigentes entonces?


El contexto histórico de la iniciativa está dado por el ingreso de Chile al Open Goverment Partnership (Grupo de Gobiernos Abiertos), creado por la Asamblea de la Organización de las Naciones Unidas como una política multilateral que pretende asegurar y concretar los compromisos realizados por los gobiernos en materia de promoción de la transparencia, empoderamiento de las personas, lucha contra la corrupción e incentivo del uso de nuevas tecnologías para fortalecer la gobernabilidad y el control en los diferentes países integrantes.

Nosotros no hemos sido precisamente intransigentes, hemos sido claros en que la Educación debe someterse a transformaciones de fondo. Sí somos firmes en nuestro planteamiento y no porque nos guste que nos digan ultra o radicales, sino porque provenimos principalmente de regiones donde se viven las más crudas realidades, Universidades Públicas que reciben un mísero financiamiento del Estado, las escuelas y liceos más precarios, ni hablar de la periferia o de la educación rural. Es tan grande la injusticia, que estas medidas parche no nos sirven, este Gobierno es insensible porque esta realidad le es ajena. No escuchan nuestra voz, ni quieren ver esta realidad. Invito a algún personaje de la ultraderecha a que sus hijos estudien en estas condiciones para que de una vez por todas entiendan.

A otro que le ha tocado ser la voz de la ultraderecha es al Ministro Bulnes, quien con su frase “con los impuestos de los más pobres no podemos pagar la Educación de los más ricos” llega a sacar carcajadas en la Confech. Siempre los que han pagado más impuestos han sido los pobres y justamente los que se benefician son los más ricos. Lo peor de todo, que cuando se hablaba en la mesa de una reforma tributaria se notaba que la ultraderecha lo mandató a evadir el tema, porque obviamente les conviene pagar aranceles universitarios en vez de impuestos.

Y el Presidente Piñera dice “educación gratuita para los que más lo necesitan”, cómo si esto se tratara exclusivamente de recursos o becas. No han entendido que nosotros estamos hablando de un derecho universal, no de un producto del mercado, estamos hablando de un nuevo rol del Estado para con la Educación. Este sistema basado en la demanda (becas), lo único que ha generado es financiamiento directo al lucro a través de precios arancelarios desregulados y profundizan la lógica del autofinanciamiento de las instituciones públicas que se abren al mercado y están al borde de la privatización. Lo que se pide es una Educación Pública con sistema de financiamiento basado en la oferta, que permita fortalecer estas instituciones de propiedad pública y generadoras de bien público y así el Estado garantice gratuidad a todos quienes ingresen a estas universidades.

Junto a esto, que se regule a la educación privada poniendo fin al lucro; regulando aranceles (a costo real, no costo de mercado), adopción de proyectos al servicio de la sociedad y no de sus intereses particulares y que se cumplan estándares de calidad. Y el que no quiera, que se vaya a hacer negocio a otra parte y los que lucraron que se vayan a la cárcel por no cumplir la ley, como lo haría cualquier país decente.

Y Fernando Rojas, subsecretario de Educación dice: “En la educación privada hay estudiantes de escasos recursos y que las universidades públicas representan sólo el 30% del sistema de educación superior”. Este es el principal argumento de la ultraderecha para defender a la lucrativa educación privada. Compartimos el diagnóstico, pero nosotros lo consideramos como graves síntomas de un sistema enfermo. Que hayan estudiantes de escasos recursos pagando o endeudándose mucho y recibiendo una dudosa calidad no es para estar orgullosos, sino motivo para curar esta enfermedad y no limitarnos a sanar los síntomas.

Como se trata de cambios integrales, aquí radica la importancia de los estudiantes secundarios. Con la demanda de fortalecimiento a la educación pública (actualmente municipal) y con un nuevo sistema de acceso que les permita a los estudiantes de más escasos recursos puedan ingresar en igualdad de condiciones preferentemente a la educación superior pública, así se ataca la enfermedad, y para ser más audaces aún, promover la oportunidad de migrar a los estudiantes más pobres que se vieron obligados a ingresar a la educación privada, al sistema público.

Que la educación se encuentre mayoritariamente en manos del sector privado, se debe a lo rentable que ha sido lucrar con la educación, y con este Estado subsidiario, que facilita y fomenta que los particulares reproduzcan el modelo en favor del capital y no de un sistema público que forme ciudadanos críticos que sean agentes en la transformación y construcción de la sociedad. Aquí es vital la creación de una red estatal de educación superior técnica y el fortalecimiento de las universidades públicas. Por eso demandamos un Estado garante, que promueva la Educación al servicio de la sociedad, en miras del desarrollo humano, la justicia y la igualdad, eso claramente tampoco le conviene a la ultraderecha que sólo piensa en el desarrollo económico porque mientras exista la desigualdad actual sólo ellos se enriquecen.

“Becas para el 40% más pobres”, esta es la más absurda mentira de la ultraderecha. Con el costo de una carrera, sólo el 5% de los que tienen más ingresos pueden pagar, esos son los ricos. Entre el 40% y 95% deben endeudarse. La ultra derecha debiera decirle a esas familias que ganan 500 mil pesos, que están ubicadas en el cuarto quintil (Casen, 2009) que van a tener que seguir pagando por la Educación de sus hijos aranceles cercanos a 250 mil pesos y prevenirles que no tengan más de un hijo porque con dos hijos en la Universidad se quedarán sin comer. “Reducir del 6% al 2% el interés del CAE”: ni hablar del endeudamiento y el CAE, que la ultraderecha diga que con los impuestos de los más pobres se pagarán las garantías a la banca privada, es decir, a los empresarios más ricos.

Actualmente el Estado paga 17 millones de UF ya que para los Bancos el CAE es un crédito de alto riesgo. Que la ultraderecha transparente ¿Cuánto se pagará ahora por concepto de garantías?

Sobre la violencia, han hecho un festín de las capuchas, pero invitamos a la ultraderecha a que hablen sobre represión injustificada y desmedida, que será recordada como histórica. ¿Acaso las medidas de Labbé no son violencia? Ni hablar del diputado Estay, esa es la ultraderecha, los estandartes de la violencia. Para qué vamos a hablar de su pasado en la dictadura, entonces ¿quiénes son los violentos?

Por último, que la ultraderecha reconozca que nunca le ha interesado la mesa de diálogo, sean sinceros, les conviene sentenciar un acuerdo entre cuatro paredes con sus amigos de la Concertación en el Parlamento, al igual que en el 2006, eludiendo el cambio estructural, porque no les conviene. Digan que ustedes diseñaron el quiebre de la Mesa.

La única ultra que es intransigente, es la ultraderecha. La “ultra” de la Confech es firme es sus convicciones y defiende un grito desesperado por un cambio de verdad clamado por más del 80% del país. Y no va a descansar hasta que ultraderecha que se tomó el Gobierno ceda y de la mano de la ciudadanía recuperemos.
 
 
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Monday, October 10, 2011

Federación Latinoamerica en Bélgica llama al Apoyo Internacional para los Estudiantes de Chile




La Federación Latinoamericana en Bélgica, declara por la presente su total apoyo a la lucha que en estos últimos cinco meses llevan combativamente los estudiantes chilenos, a través de movilizaciones y toma de liceos y universidades.


También queremos denunciar la brutal represión que ha ejercido el gobierno de los empresarios presidido por Sebastián Piñera.

Los estudiantes en Chile están luchando por una educación gratuita para toda la juventud, con el fin que se termine de una vez por todas con el lucro en la educación, herencia del gobierno dictatorial del general Pinochet.

La dictadura al implantar la "economía social de mercado" ( neo-liberalismo ) , privilegió la actividad privada sobre la acción del estado en la economía y en sus responsabilidades sociales.

La educación en Chile desde la dictadura hasta ahora ya no es un derecho sino más bien un privilegio, ya que el costo de los estudios debe ser asumido por la familia.

Si los estudiantes se han tomado los establecimientos educacionales y lleven a cabo movilizaciones, marchas y concentraciones regularmente en este último tiempo, es porque son ellos los perjudicados directamente.

Del estado actual de la educación, son ellos que ven que no todos podrán aspirar a una enseñanza superior y los que lo logren, al igual a los que están en la universidad deberán pagar una deuda millonaria al término de sus estudios, condicionados al riesgo muy presente de cesantía.

Por la justa y presente lucha estudiantil, por la lucha cultural y territorial de nuestros ancestros Mapuche, por la lucha reivindicativa de los trabajadores, por la lucha de la justicia a los desaparecidos de la dictadura, por la lucha al alto inmediato de la represión del gobierno, por la lucha de la preservación de nuestros recursos naturales, por la lucha de constituir la Asamblea Constituyente, las asociaciones constituyentes de la Federación Latino-americana declara:

1.- Llamar a todos los latino-americanos a condenar la brutalidad y las vejaciones en contra de los estudiantes por parte de la policía militarizada del actual gobierno.


2.- Hacer llegar la presente declaración a la Embajada de Chile en Bruselas.


3.- Apoyar y solidarizar con la heroica lucha de los estudiantes en Chile.

4.- Denunciar ante la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo la grave conducta represiva y anti-democrática del gobierno de Sebastián Piñera.

La lucha de los estudiantes chilenos es y será un ejemplo a seguir por la juventud de otros países!!!



CONSEJO ADMINISTRATIVO DE LA FEDERACIÓN LATINOAMERICANA EN BÉLGICA



10 de Octubre del 2011._.



Sunday, October 09, 2011

Síntesis CONFECh Valdivia, 8 de octubre 2011-Movimiento Estudiantil Chile.


Sesión desarrollada desde las 12:45 a las 22:20, en aula magna, campus Isla teja, Universidad Austral de Chile.

Ideas generales:


La mesa es quebrada por el Gobierno y no por los estudiantes, al No tratar nuestros temas, sino más bien su propia agenda, el GANE, denunciamos su intransigencia. Frente a esto el CONFECH congela su trato frente al mismo de forma directa, dado que no se habla en nuestros términos. Además el Gobierno nunca cumplió de forma íntegra nuestras garantías mínimas, demostrando claramente la nula disponibilidad por avanzar a través del diálogo. Al momento que el Gobierno hable nuestro lenguaje, estudiaremos si conversamos nuevamente o no.

En torno al contexto al cual nos encontramos, debemos tener claro que el tiempo de acción con que gozamos, es reducido en lo que respecta a nuestra incidencia en los hechos concretos, como lo es principalmente la ley de presupuesto.

Se debe tener claridad de que nuestras demandas no son parcializadas, sino más bien estructurales a un sistema educacional.

Acciones con Otros actores:

Parlamento: Teniendo como horizonte dos objetivos principalmente: lograr impulsar un real Reforma tributaria para el pueblo, como también –como objetivo a corto plazo-frenar la ley de presupuesto. El rol del parlamento se circunscribiría a una actitud propositiva emplazándolos a suscribir a nuestras demandas generales y nuestro documento técnico limitándose a bloquear las mociones que no sean concordadas entre el Gobierno con los estudiantes. Esto tiene como objetivo no entregar en bandeja de plata la oportunidad a los distintos partidos políticos de hacerse parte de la lucha del movimiento, sino más bien actuar de forma secundaria, dejando en la palestra el movimiento estudiantil.

Lo comunicacional: Se debe apuntar a un contraataque político de los argumentos que nos da el gobierno en torno a la gratuidad y la supuesta injusticia impositiva para solventar un sistema gratuito, injusticia que se ejemplificaría en la imposibilidad de que los más pobres no pueden financiar la educación de los más ricos. Sabemos que esto no es así, por lo que se hace inmensamente necesario aclarar tal situación a la opinión pública.

CRUCH: De qué lado están, como también exigirles explicaciones por las políticas represoras en contra de sus estudiantes, tanto en ámbito académico, como también lo que sucede con los constantes desalojos a las casas de estudios que sufren los estudiantes.

Utilización de medios internacionales: Dentro de ello podemos encontrar tanto medios jurisdiccionales como políticos. Dentro de los primeros podemos encontrar presiones ante las distintas instancias jurídicas a nivel internacional, como lo es específicamente la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Los medios políticos buscan presionar a través de los distintos gobiernos al nuestro, con el objetivo de que las presiones al ejecutivo no sean sólo a nivel interno, sino también a nivel internacional.



Forma de movilizaciones:
 No inicio del 2do SEMESTRE como principal forma de presionar al Gobierno, como también la suspensión de los que ya lo han hecho. Es sumamente necesario que esta sea una política unificada dentro del CONFECH.

Movilización nacional: Dentro de nuestras convocatorias, estas deben ser previamente coordinadas con los distintos actores participantes, con el fin de lograr la mayor masividad y transversalidad posible.

Dentro de nuestras próximas marchas se desarrollarán:

- Jueves 13, jornada de manifestación en torno a la creatividad caracterizada en cada espacio local.

- 15

- Sumarse a la manifestación nacional convocada por los trabajadores para este 18 y 19.

Transversalidad: Se debe de una vez por todas empezar a integrar todos los sectores dentro de la protesta social. Dentro de esta línea se considera una muy buena iniciativa la sostenida por diversas organizaciones en torno a la realización de un plebiscito ciudadano que se ha ido desarrollando dentro de estos días.

Documento técnico: Propiciar como la verdadera alternativa para aplicarse en nuestro país. Comprometiéndose el CONFECH en el fortalecimiento del perfeccionamiento del documento técnico.
Finalmente se acuerda que la próxima sesión de la CONFECh será en Universidad de Playa Ancha el próximo sábado 15 de octubre.





Federación de Estudiantes Universidad Austral de Chile

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Encapuchados militares infiltrados en los encapuchados estudiantes



Autor de la foto del encapuchado defendiendo a un militar: "Todo ocurrió en un minuto"


Mario Ruiz detalló a Cooperativa.cl la atípica escena vivida durante los disturbios del jueves.


Cooperativa.cl


El fotógrafo Mario Ruiz relató a Cooperativa.cl la historia tras la imagen que tomó de un encapuchado defendiendo a un militar durante las protestas del jueves .
"A las 11:46 de la mañana, en la intersección de Diagonal Paraguay con la Alameda una van Hyundai (...) transportaba militares", contó Ruiz.


El fotógrafo señaló que "todo ocurrió en un minuto"
 (Foto: Mario Ruiz/EFE)
 
 
"Los encapuchados se dan cuenta que van militares y los apedrearon. De arriba (de la van sin logo institucional) se baja el personaje de la foto -el militar- y comienza a increpar a los cabros de que cómo se les ocurre (atacarlos), etcétera. Y ellos se van encima, sin agredirlo físicamente, y le empiezan a gritar asesino", continuó.
"El militar dice que no mató a nadie y en ese momento, lo agarra el capucha grandote- porque era bastante grande- el de la foto, lo abraza y se lo lleva al furgón".

Ruiz destacó todo el hecho "ocurrió en un minuto" y que el vehículo se retiro rápidamente del lugar luego de que estuviese nuevamente a bordo el uniformado. El encapuchado, en tanto, se fue del lugar



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Saturday, October 08, 2011

Bases Técnicas de la CONFECH para un Sistema Gratuito de Educación en Chile


BASES TÉCNICAS PARA UN SISTEMA GRATUITO DE EDUCACIÓN


Los estudiantes universitarios, organizados en la CONFECH, y a través del presente documento, proponemos al país nuestra visión acerca de cómo estimamos debería organizarse y funcionar el sistema educativo del Estado Chileno, en sus distintos niveles y modalidades, para que este sea más inclusivo y solidario, así como también para que se haga cargo de los desafíos del país y la humanidad en este siglo.
 
 
 
Documento trabajado el día 22 de Septiembre, por la Mesa Técnica de la CONFECh.
 
 
2. Propuesta: Fuentes de Financiamiento



2.1. La Gran Minería del Cobre

A. Reseña histórica

Codelco es la empresa chilena que entrega la mayor cantidad de recursos al país, cerca del 30% del ingreso que este percibe. La explotación de este mineral en los años 70 era en su mayoría producida por esta empresa. Actualmente, Codelco produce casi un 27% de la producción total del país. Por su parte, desde los años 70’ hasta la fecha Chile ha crecido el doble en cuanto a población, pero también ha crecido un 80% en cuanto a utilidades de cobre se refiere.
 
 
Con todo, desde el inicio de la década del noventa a esta parte, la producción de cobre desde firmas mineras extranjeras aumentó exponencialmente llegando a representar alrededor de ¾ de la producción total con más de 4 mil toneladas métricas de cobre fino. Sin embargo, la producción de la empresa estatal se ha mantenido constante a lo largo de estos años. El siguiente gráfico de Cochilco describe esta situación:

Gráfico 19
Fuente: Anuario Estadístico del Cobre y otros Minerales (1989 – 2008). COCHILCO


B. Royalty

Actualmente, Las mineras extranjeras producen el doble que Codelco y controlan más del 70% del cobre chileno. Asimismo, en 2007, las cupríferas privadas pagaron cerca de US$ 3.000 millones de impuesto a la renta y royalty. Tres veces menos que la empresa estatal. Hoy en día, el nuevo sistema de royalty en Chile, promulgado en octubre de 2010, establece un impuesto variable de 4-9%, en función de los márgenes operacionales, para las mineras que anteriormente gozaban de invariabilidad tributaria, y de 5-9% para los nuevos proyectos el período 2010-2012. Antes, las empresas pagaban 4-5%, pero la adopción del nuevo sistema es voluntaria hasta el 2012.

Las mineras volverán entonces al sistema anterior. Aquellas con invariabilidad tributaria pagarían una tasa fija de 4%, mientras que para los nuevos proyectos sería de 5%. Luego de la expiración de los actuales contratos de invariabilidad tributaria, todas las compañías quedarán sujetas al nuevo sistema, pagarán un impuesto de 5-14% sobre los márgenes operacionales y tendrán seis años de invariabilidad.

Todas las principales compañías mineras que operan en Chile, que juntas representan más del 94% de la producción de cobre total prevista para el 2011, acordaron en enero este año adoptar el nuevo sistema.

Gráfico 20
Fuente: Superintendencia de Valores y Seguros


Reinterpretación del concepto de gravamen:


Los últimos 3 años, se redujo considerablemente el monto a recibir por concepto de Royalty a la minería. Esto se puede explicar por la definición de la ley de impuesto a la Renta que señala que el Impuesto Específico a la Actividad Minera grava los montos por extracción de cobre fino, siendo que este último tiempo las mineras han realizado extracciones de “Concentrado”, eludiendo por medio de un vacío legal el impuesto, a lo que se suman otras formas de evasión de impuestos, como la no declaración de utilidades. Se debe reformular e interpretar el artículo que define el Royalty a la actividad de la gran minera, a los montos por extracción de cobre fino, concentrado u otras modalidades. (Producto minero de acuerdo al n°2 del artículo 64 bis, del Decreto Ley 824 de 1974.)

Gráfico 21
Royalty empresas mineras
Fuente: Superintendencia de Valores y Seguros


Proponemos que dicho Royalty a la explotación y extracción de recursos naturales grave a los montos por extracción o explotación efectiva del recurso natural y no a las utilidades declaradas de las empresas que extraen los recursos naturales; evitando así que se replique el mismo problema que ha sucedido con el royalty actual.

Por tanto, proponemos exigir la implementación efectiva de un royalty a la explotación y/o extracción de los recursos naturales chilenos, que tenga como finalidad un aumento en las arcas fiscales y además en las arcas municipales, este último entendiéndose como un porcentaje del royalty o regalía cobrados, con la base que se debe compensar a la comunidad en donde opera la empresa que extrae el recurso natural.

Finalmente, de aplicarse, por ejemplo, un Royalty del 30% a las exportaciones de Recursos Naturales le significaría al país: US$ 16.000 millones aproximadamente. Para llevar el gasto público en educación del 4% del PIB actual hasta el 7% que exhiben los países desarrollados, se requerirían adicionalmente unos 7 mil millones de dólares por año, es decir, un Royalty cubriría adecuadamente las necesidades. Esto sin contar lo que puede recabarse sobre el impuesto a las utilidades.

C. Renacionalización.

En el año 2010, el Estado percibió poco más de 10 mil millones de dólares de las empresas de la minería del cobre, sumando los aportes de Codelco y los impuestos del conjunto de la minería privada. Si toda la gran minería extranjera fuera nacionalizada: ¿Cuánto percibiría el Estado? Basta sacar la cuenta. Actualmente, Chile produce 5,5 millones de toneladas de cobre, y al precio promedio de este año de 4 dólares la libra, las exportaciones alcanzarían la gran suma de 49 mil millones de dólares, y como el costo es alrededor de un quinto de esa cifra, el Estado percibiría de toda su minería del cobre nacionalizada una suma cercana a los 38 mil millones de dólares, es decir el equivalente al total de los ingresos fiscales actuales. Pero, de estar todo el cobre nacionalizado, y poseer Chile el 60% del cobre que se comercializa en el mundo, puede fijar su precio, y si lo fija en 5 dólares la libra, los aportes netos al Fisco alcanzarían la holgada suma de 50 mil millones de dólares.

Es decir, los chilenos estamos perdiendo alrededor de 40 mil millones de dólares anuales por no nacionalizar toda la gran minería extranjera. Con la renacionalización de la gran minería, se podría financiar la educación totalmente gratuita no a un país de 17 millones de habitantes, sino que a uno de 100 millones de habitantes.”

Así, entre los años 2005 y 2006, las mineras transnacionales privadas obtuvieron ganancias que superan a todas las inversiones extranjeras en minería a lo largo de tres décadas.

Los elementos financieros continúan dando a la trayectoria del precio. Desde ese punto de vista, la senda del valor del dólar ha sido un importante determinante en la evolución del precio del cobre fundamentalmente a través de la preferencia de los metales como refugio de valor para los inversionistas ante la depreciación del dólar en los mercados internacionales. Esto significa que la demanda del cobre aumenta y provoca que el precio del cobre aumente (debido a las características propias del Mercado) y se reevalúe el peso y, puesto que el cobre se taza en dólares, esto se traduce en una relación inversa entre el precio del cobre con el valor del dólar.

El siguiente gráfico analiza el precio del cobre con respecto al índice del dólar:
Gráfico 22:
Precio del cobre/índice dólar (inverso)


Siguiendo el análisis macroeconómico en tema internacional podemos ver, en la siguiente tabla, que Chile se sitúa en los más grandes productores de cobre.

Tabla 6:
Producción mundial de cobre de mina.

Con una producción mayor que 5.300 toneladas métricas de cobre, Chile supera enormemente a países tan grandes como Estados Unidos y Perú, dando a conocer que es un país en continuo crecimiento económico.


Por otra parte, analizando el medio microeconómico tenemos lo siguiente:
Tabla Nº7: Producción Chilena de Cobre de Mina


A continuación, presentamos un ejercicio matemático que permite dar claridad y establecer una referencia de cuánto porcentaje de las utilidades del cobre se necesitarían para financiar un arancel anual promedio ($3 millones), de los 300 mil estudiantes de las universidades tradicionales, es decir, US$ 1.800 millones como máximo.

En este sentido, tenemos que para el año 2008 CODELCO aportó al Estado de Chile la suma de US$6.829 millones en utilidades. Ese mismo año, las cupríferas privadas produjeron el 73,76% del cobre y CODELCO solo el 26,24%. Por medio de una regla de tres simple calculamos las utilidades de las cupríferas privadas:

US$6.829 = 26,24%

X = 73,76%

X= US$ 19.196 millones

Por lo tanto,

"Para poder financiar la universidades tradicionales se necesitaría que las cupríferas privadas aporten solo un 9,3% de sus utilidades"

Adicionalmente, podemos ver en la siguiente tabla y gráfico la magnitud de las utilidades mineras privadas en relación con el presupuesto nacional, correspondiendo el primero –para 2007- un poco más de $US 24 mil millones; equivalente al 81% del presupuesto de la nación.


Gráfico 23
Utilidades de mineras privadas y Presupuesto Nacional (millones de dólares)
Fuente: Orlando Caputo, El Mostrador 9/5/2006

En resumen, establecemos como una necesidad fundamental la implementación de una nueva política estatal que reestructure el sistema privado de extracción de cobre a favor de los derechos sociales básicos del pueblo chileno, particularmente la educación.

Según Jorge Lavandero I., ex Senador de la República, existen cinco puntos esenciales para avanzar hacia una justicia y equidad en la administración del cobre por el Estado de Chile:

  •  UNA POLITICA NACIONAL SOCIAL PARA LA GRAN MINERIA DEL COBRE.
  • DARLE VALOR AGREGADO A NUESTROS RECURSOS NATURALES REFINANDO EL COBRE EN CHILE.
  • CERRAR LAS BRECHAS TRIBUTARIAS.
  • ESTABLECER UN VERDADERO ROYALTY REGIONAL.
  • EXIGIR TRANSPARENCIA EN EL COMITÉ DE INVERSIONES EXTRANJERAS.

Para volver a nacionalizar el cobre hace falta solo un decreto presidencial. El artículo tercero transitorio de la Constitución de 1980, dejó vigente la Reforma Constitucional del Presidente Allende que permitió la Nacionalización. Sin embargo, existe la salvedad establecida por José Piñera (ex ministro de minería en dictadura y creador del sistema privado de pensiones), que si la empresa extranjera es expropiada por el estado, este debe indemnizar la totalidad del yacimiento a la empresa privada.

2.2 Reforma Tributaria.

Con el objetivo de financiar la educación pública chilena, queremos demostrar que una reforma tributaria puede generar miles de millones de dólares sin aumentar para nada los impuestos a las personas.

En primer lugar, creemos importante señalar que esta reforma se puede lograr por medio de lo enunciado en el artículo 65 inciso 3° de la Constitución Política de la República respecto de las materias de iniciativa exclusiva de ley por parte del Presidente de la República, en específico, lo enunciado en el inciso siguiente en su numeral 1°, el cual sostiene:

“Corresponderá al Presidente de la República la iniciativa exclusiva de los proyectos de ley que tengan relación con la alteración de la división política o administrativa del país, o con la administración financiera o presupuestaria del Estado, incluyendo las modificaciones de la Ley de Presupuestos, y con las materias señaladas en los números 10 y 13 del artículo 63. Corresponderá, asimismo, al Presidente de la República la iniciativa exclusiva para:
1º.- Imponer, suprimir, reducir o condonar tributos de cualquier clase o naturaleza, establecer exenciones o modificar las existentes, y determinar su forma, proporcionalidad o progresión.”

En consecuencia, proponemos las siguientes reformas en materia tributaria:

A. Terminar con la elusión y evasión Tributaria.

Se llama elusión tributaria al no pago de impuestos que es autorizado por ley.

“Todos los años los Informes de Finanzas de la Dirección de Presupuesto, reportan que existen más de 5 mil millones de dólares que se le llama Gasto Tributario, pero que en realidad llamarlo de este manera no es más que una forma de ocultar que este gasto tributario no es otra cosa que verdaderos “subsidios” que el Fisco otorga a los más ricos de Chile, mediante exenciones tributarias. Es decir, el Fisco no les cobra el impuesto a la renta por una serie de diversas ganancias, como en la compra venta de ciertas acciones en Bolsas de Comercio, inversiones en fondos mutuos, APV de las AFP, DFL 2, etc. Por esta razón, sin necesidad de aumentar ningún impuesto, bastaría que el Estado ponga término a los “subsidios” a los ricos,
eufemísticamente gasto tributario, para que se puedan recaudar alrededor de 5 mil millones de dólares para la Educación Gratuita y sobraría plata.

Pero el Fisco pierde también alrededor de 5 mil millones de dólares anuales por causa de la evasión tributaria, que es el no pago de impuesto por fraude a la ley, pero que en realidad es la misma ley que deja abierta las brechas para que esta evasión se produzca, sobretodo por aquellas empresas o contribuyentes que pueden pagar asesores tributarios para evadir el pago de los impuestos.”

En los países OCDE la evasión tributaria es muy baja en relación a la que se observa en Chile, en razón que se han aplicado medidas que en Chile no se quieren realizar. ¿Cuáles son estas medidas? En esos países los balances y declaraciones de impuestos de las empresas son públicos, mientras que en Chile son absolutamente secretos para impedir que se conozcan las empresas que no pagan impuesto a la renta.

En los países de la OCDE no existe el secreto bancario mientras que en Chile este secreto es un incentivo a la evasión y por cierto al lavado de dinero. En los países de la OCDE existe un Plan Contable Único Nacional, mientras que en Chile a pesar que desde hace más de una década se discute sobre su importancia para mejorar la gestión de las propias empresas y desalentar la evasión, pero nada se hace para que efectivamente se implemente.

En los países de la OCDE las empresas no pueden arrastrar pérdidas superiores a la mitad del capital propio, mientras que en Chile las pérdidas no tienen límite y en consecuencia tampoco tiene límite la evasión tributaria.

"Es decir, en Chile existe evasión tributaria no porque los chilenos sean evasores innatos sino porque la ley deja abierta las brechas por donde fluye la evasión tributaria, sobretodo de aquellas grandes empresa que pueden pagar asesores tributarios. Si se quisiera terminar con la evasión tributaria, se pondrían otros 4 mil millones de dólares, sin aumentar ningún impuesto".



A.1 “Reforma para evitar la elusión y evasión tributaria en la minería.

Gracias a maniobras evasivas, según informes del S.I.I., hasta el año 2003, la totalidad de las grandes mineras extranjeras no pagaron un solo peso de impuesto a la renta, salvo Minera Escondida. En la actualidad, con el alto precio del cobre, pagaron poco más de 3.000 millones de dólares de impuestos produciendo el 70% del cobre chileno, mientras que Codelco, con sólo el 27% de la producción, aportó cerca de 7.000 millones de dólares al Estado. Esta nula o escasa tributación de las mineras extranjeras, puede ser considerablemente aumentada, si se eliminan las brechas tributarias que hoy existen, entre las cuales destacamos las siguientes:

A.2 Los precios de transferencia.

Los precios de transferencia son los que se practican entre empresas relacionadas que pertenecen a un mismo grupo económico financiero, precios de transferencia que se observan tanto en las compras como en las ventas. Una de las mayores fuentes de evasión se encuentra en la exportación de concentrados, gracias a lo cual las mineras extranjeras perciben por cada libra de cobre, a lo menos un 30% menos que Codelco. Con ello bajan los ingresos por ventas, y consecuentemente las utilidades y el pago del impuesto a la renta. Importante señalar que dicha transferencia a precios menores que los de mercado constituye una violación a la Ley 19.506 de 1997.

Para terminar o disminuir la evasión mediante los precios de transferencia en la venta de concentrados, bastaría con agregar el siguiente inciso, como inciso tercero o último del art. 38 de la Ley de la Renta:

"En la exportación de cobre y sus subproductos, los cargos por fundición y refinación, que se apliquen en deducción del precio existente en la Bolsa de Metales de Londres, serán fijados trimestralmente por el Presidente de la República, en base a los costos promedios que Codelco y Enami tengan por dichos procesos, más un margen razonable de rentabilidad, que también será fijado en este reglamento. Por todos los otros cargos que se apliquen en descuento del precio de la Bolsa de Metales de Londres, el reglamento fijará estos valores en función de un promedio de la industria internacional. Los cargos y descuentos que no figuren en ese reglamento, serán considerados gastos no necesarios para producir la renta".

Una disposición como esta puede permitir aumentar los retornos de exportación de parte de las mineras privadas en alrededor de 4.000 millones de dólares anuales, lo que permite una tributación a favor del Fisco de 41% en total, es decir sobre los 1.600 millones de dólares anuales. Para una modificación como esta, le sobraría apoyo en el Parlamento al Presidente Piñera, y las mineras no pueden oponerse a su establecimiento, porque una medida como esta no está comprendida en la invariabilidad tributaria.

A.3 Pérdidas en los mercados de futuro.

Las empresas mineras pierden varios miles de millones de dólares en los Mercado de Futuros del Cobre, “que casualmente ganan” operadores o empresas relacionadas. Esta forma de traspasar ganancias llega al punto que incluso el FMI (Fondo Monetario Internacional) es el que desde hace más de tres décadas viene recomendando a los países del Tercer Mundo, que legislen para declarar que las pérdidas en los mercados de futuro sean declaradas como “gastos no necesarios para obtener la renta”. En definitiva, lo que ocurre es que se vende una cierta cantidad de opciones de cobre a un precio determinado, comprando posteriormente esas mismas opciones a precios superiores de 20% ó más. Por lo tanto, se genera una pérdida contable para la filial minera chilena y una utilidad para la empresa extranjera que efectuó la compra a futuro, que siempre es filial de la empresa chilena radicada en un paraíso fiscal. Con esto, existe una violación de la Ley 19.506 art. 66, 64 y 65, además del art 97.

Para terminar con este tipo de evasión, bastaría que en el artículo 31 inciso primero de la Ley de la Renta a partir del párrafo:

"No se deducirán los gastos incurridos en la adquisición, mantención o explotación de bienes no destinados al giro del negocio o empresa"; se agregue la siguiente frase: "incluidas las perdidas en los mercados de futuros de metales, o del mercado de futuros de cualquier otro producto, o mercados similares que determine el Servicio".

Una medida como esta es mucho más radical en su alcance que la que proponemos para los precios de transferencia, porque es más acotada, y además serviría para terminar con las pérdidas en estos mercados por parte de mineras extranjeras, sino que también en Enami y Codelco. Durante el año 2010 Codelco perdió en esto mercados 1.042 millones de dólares, y cerca de 3 mil millones, entre el 2006 y el 2010. Todos esos miles de millones de dólares ya no se perderían si se aprobara una medida como la propuesta.

A.4. Los gastos financieros.

Todos los años, las empresas extranjeras del cobre transfieren cientos de millones de dólares en intereses financieros al extranjero, por lo general a filiales financieras de sus propias casas matrices, domiciliadas en islas del Caribe, que son paraísos tributarios porque no se paga impuesto a la renta. Estos gastos financieros representan en la mayoría de estas empresas más del 20% de los costos operacionales, puesto que la ley chilena les permite endeudarse hasta 3 veces el patrimonio, siendo que los países desarrollados el endeudamiento no puede sobrepasar la mitad del patrimonio.

Por esta razón, si realmente se quisiera poner término a esta forma de elusión tributaria, se deben implementar las siguientes medidas:

A) Hasta 1978 el DL 600 no permitía la “inversión” extranjera mediante créditos,menos aún con financieras   relacionadas, entonces volver a prohibir este tipo decréditos, solo nos haría volver al DL 600 original.

B) Modificar el Nº 1 del art. 59 de la Ley de la Renta (DL 824) para aumentar el impuesto adicional a los intereses de 4 a 20%.

En la actualidad todas estas modificaciones se pueden hacer porque no se encuentran dentro de la invariabilidad tributaria.

B. Reestructura del Sistema Impositivo

B.1 Impuesto Adicional a la Renta.

Se puede aumentar Impuesto Adicional a la Renta de 35 a 40%. Este es el impuesto que pagan las personas o empresas extranjeras que tienen renta de fuente chile, por ejemplo, las mineras, los bancos, las AFP, etc. Este impuesto era de 40% hasta 1987, y nada impide que vuelva a ser de 40%. No existe ninguna razón para que los empresarios extranjeros se nieguen a pagar 40% de impuesto a la renta, puesto que esa es la tasa máxima que deben pagar todos los empresarios chilenos en el Impuesto Global Complementario. Es una discriminación arbitraria que los empresarios extranjeros paguen menos impuestos que los chilenos, y en consecuencia que se les aumente a 40% no solo es éticamente justo sino constitucionalmente justificado, por la igualdad ante la ley. Un aumento como este generaría un aumento en la recaudación solamente de parte de las empresas mineras, de alrededor de alrededor 1.000 millones de dólares anuales, los que podrían sobrepasar los 2.000 millones si además se aplican otras modificaciones para frenar la evasión tributaria.

B.2 “El Impuesto de Primera Categoría.

Algunos políticos han propuesto aumentar el Impuesto de Primera que actualmente es de 17%. Pero esta reforma es “un golpe de espada en el agua” que no aporta mayores recursos al Fisco, porque este impuesto es a la vez un crédito al impuesto personal, Global Complementario o Adicional, y en consecuencia se les devuelve a los dueños de las empresas.

En efecto, desde la ley 18.293 de 1984, que suprimió el verdadero impuesto a la renta de las empresas, y se le reemplazó por un muy sui géneris Impuesto de Primera Categoría, que obliga a las empresas a pagar un impuesto que actualmente es de 17 %, pero que, en el mismo momento que se declara y se paga, se le devuelve a los socios y accionistas de la empresa. En los hechos, este es sólo un impuesto artificial o virtual, pero que como toda imagen virtual tiene la gran virtud de hacer creer a la casi totalidad de los chilenos, que el Impuesto a la Renta de las Empresas existe, siendo que a la vez es un crédito…el Fisco nada gana con aumentar este impuesto, puesto que lo que recibe por un lado lo devuelve por otro como crédito.

En consecuencia, si realmente se desea que los grandes empresarios paguen los tributos que corresponden, el impuesto de primera categoría en ves de ser aumentado a 20%, podría ser rebajado a 15% o incluso a 10%, pero siempre que a la vez deje de ser un crédito al impuesto personal. Una reforma como esta podría apostar sobre los 3.500 millones de dólares anuales de mayor recaudación fiscal. Entonces, si se quiere aportar más recursos para la educación bajemos el Impuesto de Primera Categoría a 10%, pero que a la vez deje de ser un crédito al impuesto personal del empresario.”

B.3 Impuesto a las empresas.

En Chile, las empresas pagan un impuesto que equivale al 17% de las utilidades que perciben al año. Lo que en consideración de otros países es muy bajo y peor aún este impuesto es más bajo que el mismo impuesto que paga cualquier ciudadano, que en chile es el 19% (puntualizar que este impuesto al valor agregado IVA y afecta a las personas de menor ingreso, debido a que ataca principalmente el consumo, por lo que significaría una reducción directa al presupuesto familiar, en base a que gastan todo su ingreso.



Gráfico 24
OCDE Estudio económico de chile 2010.



Grandes empresarios, médicos, dentistas, abogados y arquitectos crean sociedades para pagar menos impuestos. Es un mecanismo extendido, que incrementa la inequidad tributaria y abusa de un vacío legal que la OCDE criticó fuertemente. “El gobierno debiera poner fin a su existencia”, fue su recomendación.

“No tributan por los beneficios que tuvieron en un año, sino por lo que retiran y si no lo hacen, no pagan ese 40%. Con eso se genera un estímulo para dejar el dinero dentro de la empresa”, explica el ex jefe de Estudios del Servicio de Impuestos Internos (SII), Michael Jorratt.

El Ministerio de Hacienda ha calculado que las pérdidas de ingresos fiscales asociadas a la postergación del pago de impuestos por estas utilidades retenidas sería cercano al 2% del PIB.

De ese total, los mayores montos estarían concentrados en la utilización por parte de grandes empresarios, que mantienen sus dividendos en estas empresas.

Considerando las utilidades que se pueden obtener de este impuesto a las empresas se llega a la siguiente conclusión:
US$20.200.000 fueron las utilidades de 31 grandes empresas el año 2007
Para poder financiar las universidades tradicionales, se requeriría un 8,91%
de las utilidades de las grandes empresas privadas.
Fuente: El Mercurio


Cabe destacar que las utilidades empresariales crecieron un 28% en el primer trimestre 2011. Un total de 323 de las principales empresas del país tuvieron ganancias por US$ 8.566 millones en el primer trimestre de 2011, 50% más que igual período del año pasado, según los resultados que entregaron a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).

Las compañías del comercio, en tanto, se favorecieron de las mejores condiciones de la economía local y regional, y, según un informe de CorpResearch, registraron un aumento del 23,4% de su Ebitda (utilidad antes de impuestos).

Al excluir a las mineras “Codelco” y “Escondida” -que aportaron el 33% de los beneficios-, las ganancias de las 350 firmas restantes subieron 21,4%. Los expertos en el tema dicen que hubo grandes triunfadores, como la tienda “Falabella” que tuvo utilidades por casi US$ 200 millones, con un crecimiento anual de 43%.

El sector eléctrico continuó presionado por el déficit hidrológico, lo que afectó con mayor fuerza a Colbún. AES Gener, en tanto, debido a una matriz más concentrada en la generación térmica, aumentó sus utilidades en 78,95%.

C. Relación existente entre los impuestos percibidos por el Estado y su posibilidad de transformarse en un mecanismo para financiar la educación Chilena.


La regla general en estas materias lo constituye el artículo el art. 19 N° 20 inc. 3 CPR, establece:

“los tributos que se recauden, cualquiera que sea su naturaleza, ingresarán al patrimonio de la Nación y no podrán estar afectos a un destino determinado.”

La excepción se configura en la misma disposición, al establecer, en su inciso 4 que:

“sin embargo, la ley podrá autorizar que determinados tributos puedan estar afectados a fines propios de la defensa nacional. Asimismo, podrá autorizar que los que gravan actividades o bienes que tengan una clara identificación regional o local puedan ser aplicados, dentro de los marcos que la misma ley señale, por las autoridades regionales o comunales para el financiamiento de obras de desarrollo.”

De la lectura de los preceptos indicados, podemos concluir lo siguiente:

Los impuestos son tributos destinados a financiar los gastos generales del Estado. El contribuyente obtiene un beneficio indeterminado.

Los dineros que se obtengan por la recaudación de impuestos, no pueden dirigirse a una actividad determinada, por ejemplo: “educación”.

Sin embargo, la Constitución Política de la República establece sólo dos excepciones:

- Defensa nacional.
- Obras de desarrollo regional o local.

Frente a esta situación y contexto normativo actual, se propone lo siguiente: La modificación al art. 19 N° 20 inc. 3 CPR, por:
“Sin embargo, la ley podrá autorizar que determinados tributos puedan estar afectados a fines propios de la educación pública chilena”.
Es necesario recordar que para modificar este artículo se requieren 2/3 de los senadores y diputados en ejercicio. Asimismo, el único facultado para presentar un proyecto de ley, referido a esta materia, es el Presidente de la República.
Pero además se propone la posibilidad de discutir a nivel doctrinario, la procedencia técnica de considerar a la educación dentro del concepto de desarrollo regional o local, que contempla el propio artículo 19 N° 20 de la Carta Fundamental, toda vez que la educación puede ser comprendida como obra de desarrollo social.

2.3 Reducción del gasto en defensa.

El presupuesto que el Estado de Chile destina en Gasto Militar ha ido en constante aumento desde finales de la década de los 80’, llegando casi a duplicarse actualmente en relación a lo que se destinaba hace diez años.

Gráfico 25
Fuente SIPRI http://www.sipri.org/



En el caso de Chile, como promedio, la cifra alcanza el 3,6% del PIB[2], unos 5.700 millones de dólares, siendo el segundo a nivel latinoamericano detrás de Colombia. Esta cifra puede compararse con la de nuestros países vecinos: tanto Argentina como Perú no alcanzan ni la mitad de lo que Chile invierte en Defensa, mientras que Bolivia llega a un todavía bajo 1,8% comparado con nuestro país. Por su parte, Colombia, con solo tres puntos más que Chile en gasto militar, es un país que se encuentra en guerra civil hace más de cincuenta años.

Tabla 8: Gasto militar promedio como % del PIB en países latinoamericanos (1998 -2007)
Fuente: SIPRI Yearbook 2008


Particularmente, el gasto militar en el año 2010 (3,1 % PIB) fue de US$ 6.198 millones, si se reduce el gasto de este año en un 1% permite ahorrarse al estado chileno una suma de US$ 1.999 millones, lo cual es equivalente a financiar la totalidad de los aranceles de los trescientos mil estudiantes que pertenecen a las universidades del CRUCH (considerando un arancel promedio de $3 millones anuales).

Por otra parte, en los últimos 20 años, Chile ha triplicado el gasto militar, pasando de gastar poco más de US$ 2.000 millones en 1990 a más de US$ 6.000 millones en el año 2010. Como contraparte, esta tendencia de crecimiento difiere totalmente de las políticas de financiamiento para educación en el mismo período.

A. La Ley Reservada del Cobre

Esta ley contempla la retención de un 10% sobre los ingresos por venta de cobre y subproductos de este por parte de CODELCO, existiendo además una base de 180 millones de dólares asegurados, los cuales son cubiertos por el Estado en caso de no alcanzar esa cifra.

Gráfico 25: Ingresos por Ley Reservada, 1990-2009
Fuente: SIPRI Yearbook, 2010.

Observamos que durante los años 2004 y 2007 se produjo un gran aumento de los ingresos a las FF.AA. producto de la Ley Reservada, esto explicado por el constante aumento de los precios internacionales del metal en el mercado. Durante el 2008 y 2009 debido a la crisis económica, los ingresos se redujeron debido a la disminución de la demanda de cobre.

Los crecientes aumentos de ingresos en los últimos años permiten que las FF.AA. puedan tener ahorro, lo cual hace que existan recursos que podrían destinarse a otras áreas más sensibles que no se pueden usar.

Hoy en día, existe un proyecto para la eliminación de la Ley reservada del Cobre, el cual se encuentra entrampado en el congreso. El proyecto contempla la elaboración de presupuestos para las necesidades de las ramas de las fuerzas armadas, y la posibilidad de fiscalización de Contraloría.





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